El cómico Jimmy Kimmel dio inicio a la premiación número 89 de la Academia con un discurso lleno de referencias a Donald Trump, en donde además habló de la “sobrevalorada” Meryl Streep.

“¿Es Ivanka ese vestido?”, dijo Kimmel a Meryl Streep, en relación a la polémica de la actriz con Karl Lagerfeld por el vestido que llevaría a la gala.

El conductor añadió: “el presidente de Estados Unidos va a tuitear de todo esto mañana, como a las cinco de la mañana, que empiece su movimiento intestinal”.

Previo a los chistes de Kimmel, Justin Timberlake arrancó la ceremonia bailando y cantando el tema “Trolls Can´t Stop The Feeling”, con la que puso a bailar a los asistentes, entre ellos Javier Bardem.

Kimmel también dio un chiste sobre Trump, “que es más racista que los Oscar”, luego habló de Isabelle Huppert, y la “mirada de esa francesa”.

Con el tono cómico que lo caracteriza, Kimmel dio un discurso político, hablando de las decenas de países que ahora odian a los Estados Unidos.

Por otra parte, la presidente de la Academia Cheryl Bonne dijo: "Pertenecemos a una comunidad cada vez más incluyente. El arte no tiene fronteras y no pertenece a una sola fe. Hay una conexión poderosa y permanente".

Luego llegó el momento en que Asghar Farhadi, el "vetado" de la noche se llevó el Oscar a Mejor Película de Habla Extranjera. El director no pudo asistir a la gala por la iniciativa que Donal Trump impuso, en la que la entrada de personas países en su mayoría musulmanes ha sido cancelada.

Una ingeniera de la NASA que acudió en el lugar de Asghar Farhadi dijo: "Siento no poder estar aquí esta noche. Mi ausencia tiene que ver con el respeto que siento por la gente de mi país y la de los otros seis que han sufrido una falta de respeto al ser impedidos entrar en EE UU. Así se divide el mundo. Los directores de cine pueden crear empatía y unir"