Por violencia se quedan sin ‘springbreakers’ en Acapulco

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Por violencia se quedan sin ‘springbreakers’ en Acapulco

Foto: Cuartoscuro Advertencia. Guerrero es el Estado más violento del país desde hace tres años, según Segob.
Desde hace siete años bajó la afluencia de vacacionistas

ACAPULCO.- Acapulco dejó de ser el puerto del siglo de oro. No más boleros de Agustín Lara ni “Marías bonitas”. Desde hace tres años, la Secretaría de Gobernación (Segob), a través del Secretariado Nacional de Seguridad Pública (SNSP), ubica al Estado como el más violento del país, y al puerto como una de las ciudades con más homicidios dolosos. Tan sólo en lo que va de Semana Santa se registraron 30 homicidios y más de 200 en 2016. 

Por el operativo vacacional de Semana Santa que contempla la presencia de más de 4 mil efectivos del Ejército, Marina, Policía Federal y Fuerza Estatal, los trajes diminutos de turistas nacionales en playas populares se combinan con las botas y uniformes militares de policía que merodean las playas desde las 7:00 horas

Los taxistas que circulan por la zona recuerdan que había cuatro agencias encargadas de dotar de turistas las playas del puerto. Hace siete años que dejaron de venir los vacacionistas por la violencia, les daban de 40 a 50 pesos por comisión si llevaban los antros de moda. 

Cinco años atrás, comenta Marina Ruiz, prestadora de servicios de Pie de la Cuesta, no había habitaciones disponibles en Semana Santa si no se anticipaban las reservaciones. En este periodo eran las 16:00 horas cuando llegó una turista el sábado y rentó un cuarto en 400 pesos. “En otros tiempos costaba hasta 700, pero ya no los pagan, ya no viene mucho la gente”.

El secretario de Turismo municipal, Alejandro González Molina, reconoce que los vacacionistas de primavera dejaban un importante flujo económico en Acapulco. 

Hace siete años había hasta 10 mil vacacionistas, hoy sólo pueden presumir que su ocupación hotelera ha sido “bastante buena”, de 90%.  
 

Crimen extorsiona a lancheros

Un análisis  de la consultora InSight Crime asegura que “en la zona operan redes de extorsión que les cobran a los negocios locales y a los ambulantes un impuesto de 15% sobre sus utilidades”. Por eso el asesinato de lancheros y vendedores ambulantes en playas del puerto de Acapulco debe considerarse como una advertencia para quienes todavía se niegan a pagar derecho de piso.

Al menos cinco crímenes han ocurrido desde motos acuáticas o en las playas a plena luz del día. El más reciente fue el 22 de marzo cuando dos hombres fueron asesinados en La Angosta y otro resultó herido.