Por una apología del performance

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Por una apología del performance

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El Segundo Festival Internacional Performancia 2017 dio comienzo con una charla a cargo de Christian Herrera y Antonio Juárez en la que se disertó sobre el concepto de esta actividad.

El performance es una disciplina del arte contemporáneo que en muchas ocasiones ha sido menospreciada. La artista Arantxa Araujo, entrevistada por VANGUARDIA el pasado agosto, expresó que incluso en Nueva York, ciudad cosmopolita donde ha trabajado los pasados años, aún no es del todo aceptada. Sin embargo, esto no ha evitado que los artistas locales experimenten con esta forma de expresión.

El centro cultural Siete Más Uno, en colaboración con la Escuela de Artes Plásticas Prof. Rubén Herrera (EAP) y el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo (IMCS) por segundo año decidieron apoyar a los creadores de esta disciplina y promover su apreciación en la localidad a través del Festival Internacional Performancia 2017.

La primera de las actividades públicas del encuentro se trató de un conversatorio “El performance en México” en el Salón de Usos Múltiples de la EAP, realizado el día jueves 5 de octubre. Estuvo a cargo del fotógrafo Antonio Juárez, quien ha dedicado los últimos años de su carrera a la documentación de incontables performances en todo el mundo, y de Christian Herrera, artista visual, practicante del performance y director del Festival.

Previendo que el público no estuviera del todo familiarizado con esta disciplina, los ponentes comenzaron explicando qué es el performance. Juárez lo resumió en una definición expresada por el artista Melquíades Herrera.

“Él dijo que el performance ‘es una acción real en un tiempo real’. Así de concreto. Pero su particularidad es que su vida era performática. Cuentan cómo recibía el primer día de clases a los alumnos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Melquíades llegaba y decía que la primera lección sería hablar sobre la línea, entonces se paraba, tomaba el gis, pintaba sobre el pizarrón, seguía por la pared, se salía del salón y se iba a su casa, hasta el día siguiente, que al hablar del círculo ya daba por iniciada la clase”, contó el fotógrafo.

Algo que también mencionó es que el performance, como muchas de las disciplinas del arte contemporáneo, es muy difícil de definir. Incluso por sus mismos practicantes es complicado ubicar su particular expresión performática junto a las de sus pares.

La experiencia práctica de Christian fue el siguiente punto de la charla. Antonio aprovechó la oportunidad para realizarle preguntas sobre sus procesos artísticos. En el pasado, el fotógrafo ha tenido conversaciones similares con otros artistas, pero la amplitud y riqueza de expresiones individuales lo incitan a cuestionar cuáles son los métodos de cada uno.

Esta variedad abarca desde aquellos “perfomanceros” que suelen practicar la autoflagelación —ambos expositores ubicaron que la mayoría de estos son originarios de Europa—, mientras que otros son muy estoicos al presentarse, como los asiáticos. 

También mencionaron que en cuanto a los artistas latinos ellos suelen caracterizarse por la utilería y vestuario con que realizan sus acciones. El propio Herrera comentó que su arte se deriva de la escultura y sus performances incluyen máscaras y otros elementos construidos por él.

¿Qué es el performance?
Durante la charla, tanto Christian como Antonio se concentraron primordialmente en buscar que el público entendiera lo que el performance es, en ocasiones a través de ejemplos de otros artistas.