¿Por qué vale tan poco el conocimiento contra una responsabilidad política?

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¿Por qué vale tan poco el conocimiento contra una responsabilidad política?

"Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y
bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto,
y el árbol de la ciencia del bien y del mal”. Génesis 2:9

Puede haber muchas interpretaciones de la cita anterior, más, si se analiza con visión religiosa. La Biblia menciona también que Adán y Eva tenían prohibido comer los frutos del “árbol de la ciencia del bien y del mal”, que les daría conocimiento sobre el paraíso y lo que ahí existía. Muchos siglos después, en la Edad Media de Nuestra era, existió el mito de las brujas, que según algunos autores sólo eran mujeres con muchos conocimientos en alquimia con técnicas de destilación y manejaban la herbolaria para curar, por lo que eran mandadas a la hoguera. La progresiva incorporación de las mujeres a la ciencia, principalmente en los últimos dos siglos, ha modificado las estructuras de las instituciones educativas el proceso creativo del conocimiento.  

Se tiene claro que son instituciones generadoras de conocimiento por excelencia y por su vocación de trabajo intelectual, los académicos y estudiantes están por lo general a la vanguardia de los acontecimientos nacionales y mundiales, en lo político, social, económico y ambiental. La aplicación de ese conocimiento es vital para mejorar la calidad de vida, contribuir al desarrollo y a la reducción de la pobreza.

En los últimos años, los estudiantes, hombres y mujeres, no se sienten satisfechos con los conocimientos recibidos durante los estudios de ingeniería o licenciatura, por lo que aspiran a obtener un título de Maestro en Ciencias o Doctorado (Ph.D.), que es el último y más importante grado que confiere una universidad u otra institución autorizada para ello, después del título de Maestría.   

Para obtener un grado académico se requiere disciplina personal que ayude a conformar el carácter y a forjarse una visión de la realidad que facilita afrontar el futuro, sean cuales sean las circunstancias. Ésta es una de las primeras premisas que resaltan los que trabajan con el conocimiento todos los días, bien sea desde el aula de una universidad, en un puesto de selección de personal o analizando los datos que reflejan el avance de cualquier actividad. El grado de doctor es una pieza esencial, necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de un tejido cultural y científico que conecte y enriquezca los distintos actores y objetivos sociales.   

Es muy común que los doctorados que salieron de su ciudad natal, encuentran a su regreso que ellos cambiaron mucho, y los que se quedaron siguen igual y conservan las mismas costumbres y rutinas. Y se dan cuenta que el sueldo que reciben como Maestro en Ciencias o Doctor, apenas le permite establecerse en un entorno de situación económica media.

Se dice que la sabiduría abre puertas; sin embargo, la sociedad y aún más el medio oficial, desestiman el nivel académico y estas se cierran, subestimando el conocimiento y los valores intelectuales (ciencia, conocimiento, sabiduría). Éste es, quizá, uno de los talones de Aquiles de nuestro país. Como ejemplo, en 1970 un profesor con nivel de maestría podía comprar un Volkswagen con el sueldo de 3 meses. En 2018 el precio del Volkswagen más económico de agencia, ronda en los 200 mil pesos. Actualmente un profesionista con maestría en el área de agricultura, recibe actualmente un sueldo mensual menor a 18 mil pesos, y el sueldo base de un catedrático con nivel de doctorado, puede fluctuar entre 15 mil y 25 mil pesos mensuales. Si se dan clases aisladas sin plaza y como titular de una materia, la remuneración fluctúa entre 500 o  600 pesos por materia/semana/mes.

Recientemente profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) denunciaron que más del 50% de los maestros de asignatura de la casa de estudios vive “en situación de pobreza” debido a los bajos salarios que reciben (entre mil 078 y nuevo mil pesos mensuales). En esta situación se encuentran 36 mil 540 académicos. Por otra parte, existen funcionarios mexicanos con poca o nula preparación académica, que toman decisiones importantes para la nación y reciben sueldos mensuales estratosféricos: Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 388 mil pesos; Consejeros del INE 249 mil pesos;  Consejeros del CJF 247 mil pesos; Senadores 164 mil pesos y Diputados 119 mil 700 pesos. Un regidor sin preparación académica puede percibir un sueldo superior a 80 mil mensuales y un diputado local más de 100 mil mensuales. También hay rectores de Universidades sin título universitario.

¿Por qué en nuestro país vale tan poco el conocimiento contra una responsabilidad política?