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¿Por qué unos sí y otros no?
Todas las familias estamos viviendo las consecuencias de esta pandemia: aislamiento, soledad, disminución del ingreso económico, mayor carga de trabajo, incremento de fricciones entre los miembros de la familia, poco control de los impulsos, apatía, sentimientos de abandono y carencia de un sueño por el cual luchar.
Llevamos más de tres meses de aislamiento y muy probablemente, al menos, otros tres meses más de confinamiento. Para todos ha sido muy difícil adaptarnos y cambiar drásticamente nuestros estilos de vida en la escuela, trabajo, familia y sociedad. Muchos están sufriendo sus consecuencias con trastornos de estrés, ansiedad, depresión, soledad, impulsividad y desesperación. Sin embargo, hay otros que han sabido regular la crisis y se han mantenido saludables con una luz de esperanza y de trabajo duro. ¿Por qué algunos se han quebrado y otros fortalecido? Los investigadores han encontrado que, en situaciones de alto estrés e incertidumbre, tienen tres creencias destructivas en relación al coronavirus:
> La situación es permanente.
> Es un problema global y nadie se puede escapar.
> No tenemos control sobre la crisis.
Podemos pensar que el COVID-19 siempre estará con nosotros y que la economía nunca se recuperará. Se ha propagado a todo el mundo, nadie tiene salvación y nunca regresaremos a la “normalidad” de antes. Y podemos sentir que somos impotentes para cambiar esta situación. Esto potencializa nuestra ansiedad y nos hace sentir vulnerables y miserables. Sin embargo, psicólogos han descubierto que los más resilientes en tiempos de inseguridad aplican la creencia TLC (Temporal, Local y Control) y no es Tratado de Libre Comercio:
> Temporal: Ven que la situación es transitoria.
> Local: Observan que la crisis es regional y no solamente global.
> Control: Piensan que tienen dominio sobre la inestabilidad.
Temporal: el coronavirus no durará para siempre entre nosotros. Pensemos en todas las pandemias de nuestra historia: influenza española, peste bubónica y cólera, por mencionar algunas, eventualmente se han superado. Ésta también pasará. Ya hemos tenido recesiones económicas y las hemos superado.
Local: aunque hay casos de COVID-19 en todo el mundo, no todos estamos contagiados. Si nos cuidamos y tenemos las medidas sanitarias pertinentes evitaremos el virus en nuestra familia y comunidad.
Control: debemos centrarnos en lo que podemos controlar y que la prevención y soluciones recaen en cuatro dimensiones: biológicas, psicológicas, sociales y espirituales. Biológico significa lavarnos las manos frecuentemente, usar cubrebocas, dormir bien y hacer ejercicio físico. Psicológico, evitar pensamientos negativos que nos hacen sentir estresados y deprimidos. Cada vez que tengamos creencias destructivas los invito a escribirlas y preguntarse si son ciertas. Social, es importante interactuar con nuestra familia y amigos, pero en forma segura. Espiritual, tener un sentido de trascendencia encontrando nuestra misión en el mundo en este momento y cómo servir y ayudar a nuestra comunidad.
No importa la situación difícil que estemos viviendo, si practicamos el TLC nos ayudará a ser resilientes y vencer cualquier obstáculo y adversidad que se nos presente.