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¿Por qué un "impeachment" contra Trump es difícil en este momento?
Los últimos meses no han sido fáciles para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: la revelación de emails de su hijo mayor, detalles escabrosos de la campaña electoral y una y otra vez Rusia. El vicepresidente Mike Pence ha marcado públicamente distancias con Donald Trump Jr. ¿Hasta qué punto es tan explosiva la situación actual? He aquí las principales preguntas y respuestas:
¿Cuáles son las consecuencias para Trump de los acontecimientos más recientes?
Los nuevos sucesos siguen sometiendo al Gobierno de Trump a una fuerte presión. Por mucho que la Casa Blanca se empeñe en restar importancia al "affaire" para recuperar el control, no tiene éxito con esta estrategia. Y una y otra vez, todo gira en torno a Rusia, en cada entrevista, en cada conferencia de prensa. La permanente sucesión de nuevas revelaciones hace que este tema ocupe durante varios días, una y otra vez, los titulares de la prensa y eclipse todos los intentos del Gobierno de centrar la atención en su gestión política. Trump se ve obligado a justificarse permanentemente. Es difícil saber cuáles serán las consecuencias a más largo plazo.
¿Por qué?
Los hechos revelados en los emails de su hijo son explosivos, pero en sí no permiten formular acusaciones concretas contra el presidente. Es cierto que las comunicaciones entre Donald Trump Jr. y el mediador británico Rob Goldstone constituyen el indicio más claro hasta el momento de que personas del entorno de Trump podrían haber estado dispuestas a colaborar con Rusia durante la campaña electoral. En uno de sus mails, Goldstone recomendó a Trump Jr. acudir a un encuentro con una abogada rusa que podría entregarle información perjudicial para Hillary Clinton. "Obviamente, estas informaciones son de alto nivel y delicadas pero forman parte del apoyo de Rusia y su Gobierno al Sr. Trump (...)", dijo Goldstone. Donald Trump Jr., de 39 años, contestó: "Si es como usted dice, me encanta". Llama la atención el hecho de que el presidente dejara claro explícitamente que no sabía nada de la reunión de su hijo con la abogada rusa. De esta manera, Trump se asegura una salida en caso de que se presenten acusaciones contra su hijo y contra el mediador británico.
Sin embargo, el protagonista del "affaire" es Trump ¿no?
El presidente se situó en el centro de la tormenta desde el momento en que despidió al director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey. Este había confirmado públicamente la sospecha de que Trump le había pedido que dejara de investigar al entonces consejero de Seguridad Nacional Michael Flynn. Por esta razón, el presidente está en el centro de las investigaciones del fiscal especial Robert Müller.
¿Cuándo se puede esperar el fin de esta investigación?
Las investigaciones de fiscales especiales suelen ser arduas y de larga duración. Müller puede tardar bastante tiempo en presentar los primeros resultados y no es seguro que al final se formulen acusaciones concretas contra Trump. En términos generales, es muy difícil demandar por un hecho delictivo a un presidente en ejercicio. El presidente goza de inmunidad en todo lo que hace en el cargo. Sin embargo, en virtud de una decisión del Tribunal Supremo del año 1997, la inmunidad no vale para actos realizados al margen del ejercicio del cargo. Jurídicamente hablando, esta cuestión solo podría aclararse durante un proceso de destitución (impeachment).
Pero tal proceso ya ha sido solicitado, ¿no es así?
Sí, pero existen fuertes dudas sobre las perspectivas de éxito de un "impeachment". Ni siquiera es seguro que haya una votación en la Cámara de Representantes. El diputado demócrata Brad Sherman, quien ha solicitado el "impeachment", solo cuenta hasta el momento con el apoyo de un miembro de la Cámara de Representantes. Las barreras para poner en marcha un proceso de destitución son muy altas. Para que pueda llevarse a cabo, la solicitud tiene que ser apoyada por una mayoría simple en la Cámara de Representantes. Sin embargo, los republicanos tienen en esta Cámara una cómoda ventaja de 24 escaños.
¿Por qué los demócratas, que critican tan duramente a Trump, dudan en dar su apoyo a un proceso de destitución contra Trump?
Muchos de ellos creen que aún no existe una base jurídica para el proceso de destitución. Además, existe el temor de que en este momento la discusión sobre un "impeachment" pueda movilizar aún más a los simpatizantes de Trump y profundizar la división entre los dos bandos políticos. Los demócratas depositan sus esperanzas en las elecciones al Congreso que se celebrarán el próximo año, cuando esperen recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes. También especulan con que el rechazo a Trump vaya cada vez más en aumento y que muchos republicanos se distancien públicamente del presidente por miedo a perder su escaño.