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Por qué nos parece que todo está en 'Los Simpson'
En un episodio de los Simpson emitido el año 2000 y ambientado en 2030 se mencionaba a Trump como expresidente de Estados Unidos. Aunque no se trata más que de una casualidad, la anécdota se une a la lista de veces en las que los guionistas de la serie parecen haber viajado al futuro para inspirarse, adelantándose a Farmville, al traductor de bebés, Miley Cyrus, a los camiones sin conductor e incluso al ébola.
Obviamente, la serie no esconde profecías ocultas. Y tampoco acierta tanto. De hecho, y como ya detallamos en la pieza, en el capítulo Bart to the Future no sale Trump, solo se le menciona, y otras supuestas coincidencias respecto a su campaña aparecen en otros capítulos y se rodaron con posterioridad. Además, esta insistencia con los avisos que se pueden encontrar en la serie ha hecho que "The Simpsons even predicted" (Los Simpson incluso predijeron) se esté convirtiendo en un meme paródico.
Pero aun así, cuando damos con uno de estos aciertos nos parece que todo, absolutamente todo, está en Los Simpson. ¿Por qué nos da esta impresión?
1. En más de 600 episodios ha pasado de todo
La serie lleva más de 600 episodios y en cada uno se suelen mezclar dos tramas diferentes. Lo raro sería que no acertara nunca, teniendo en cuenta que a menudo hacen humor a partir de la actualidad.
Pero solo nos acordamos de las veces que la serie acierta y no de todas las veces en las que ni se acerca. Como escribía el divulgador Michael Shermer en referencia a los sueños premonitorios, “solo recordamos esas pocas e impactantes coincidencias, y olvidamos el amplio mar de datos sin interés”. Por ejemplo, en el mismo episodio de Trump, se sugiere que en 2030 la marihuana sigue siendo ilegal en Estados Unidos (Bart le pide que “la legalice”, eso sí, sin especificar el qué). En la actualidad, su uso recreativo es legal en ocho estados, y eso sin contar que su uso médico está más extendido.
Otro ejemplo: en la película de los Simpson el presidente es Arnold Schwarzenegger. Y nadie le ha echado en cara a los guionistas que algo así no haya pasado. (De hecho, si siquiera podía pasar, ya que el actor nació en Austria).
2. Seleccionamos lo que nos interesa
Cuando Los Simpson parecían haber predicho el brote de ébola, hablamos con Helena Matute, catedrática de psicología experimental de la Universidad de Deusto, que explicaba que “nos fijamos en las coincidencias y no en el resto de estímulos y en toda la información que recibimos. Seleccionamos la realidad” y sólo hacemos caso de “lo que confirma nuestras hipótesis y creencias”. Es decir, nos dejamos llevar por el sesgo de confirmación: nos fijamos en los aciertos e ignoramos los datos que desmienten nuestras teorías.
Matute resume: “Todos hacemos suposiciones y reconstruimos el pasado según nos interesa y lo que nos llama la atención”. Como explica el psicólogo Richard Wiseman, este tipo de predicciones son similares a lanzar una flecha al azar, dibujar una diana alrededor y decir: “Guau, ¿qué posibilidades había de que ocurriera eso?”.
Es decir, somos buenos solo profetizando lo que ya ha ocurrido.
3. Su objetivo no es adivinar el futuro
Además de todo esto, hay que decir que Los Simpson no pretenden acertar lo que va a ocurrir, ni siquiera a pesar de que el guionista de Bart to the Future explicara que la frase era “una advertencia”. Su objetivo no era tanto predecir cómo sería la situación política en 2016, sino hacer una sátira de la situación del mismo año 2000.
De hecho y si tenemos en cuenta esta perspectiva, podríamos decir que Los Simpson se equivocaron totalmente al hablar de Trump. En ese momento, les pareció un símbolo de todo lo que estaba mal en su país, de acuerdo, pero imaginarlo de presidente era una idea tan ridícula que funcionaba como un chiste absurdo. En realidad, jamás se les pasó por la cabeza que algo así podría acabar sucediendo.