¿Por qué era más fácil ser delgado en los 80?

Usted está aquí

¿Por qué era más fácil ser delgado en los 80?

Internet
Un reciente estudio reveló que los millennials comen lo mismo y se mueven igual, pero pesan 10 por ciento más

México.- ¿Desenterraste el video de ejercicios de Jane Fonda de tu mamá y no ves resultados? ¿No entiendes por qué no te funciona la dieta ochentera de Raquel Welch? Es porque, de acuerdo a un estudio, era más fácil para los ochenteros bajar de peso que para los millennials. 

La Universidad de York reveló que ante el mismo número de calorías, los jóvenes de 2006 pesan 2.3 kg más en promedio, que sus símiles de hace 30 años. “Nuestro estudio sugiere que si tienes 40 años ahora, tienes que comer aún menos y ejercitarte aún más que si hubieras tenido 40 en 1971, para prevenir el aumento de peso” explicó la profesora Jennifer Kuk.

El estudio se llevó a cabo con el análisis de datos de 36 mil 400 adultos estadunidenses, recolectados de 1971 a 2008. Los datos demostraron que los cambios de peso aumentaron con el tiempo. Así, la gente es 10% más pesada en 2008 que en 1971, pero 5% comparado con 1988. “Estos cambios seculares podrían explicar en parte por qué hemos visto un aumento dramático en la obesidad.” 

La explicación no está en la actividad física comparada de ambas generaciones. No es que seamos más o menos sedentarios. La intensidad del ejercicio es la misma.  A lo largo de los años, la ciencia ha encontrado que el incremento de peso es mucho más complejo que el mero balance entre consumo y quema de calorías. 

“Decir eso es similar a decir que el saldo de tu cuenta de inversión es simplemente la sustracción de tus retiros a tus depósitos, sin tomar en cuenta otras cosas que la afectan como las fluctuaciones en la bolsa, las cuotas del banco o el intercambio de divisas.” Entonces, el estilo de vida y el ambiente también tiene qué ver, incluyendo factores como el uso de medicamentos, la genética, las horas de comida y el estrés de la vida moderna.  

Si la respuesta te suena vaga, es porque lo es. Los investigadores no tienen completamente claro los motivos exactos del cambio, pero se lo atribuyen a los patrones de sueño, a los altísimos niveles de estrés, a la exposición a la luz nocturna, a que existan más contaminantes en los alimentos, que las madres conciban a mayor edad, le menor variabilidad de temperatura ambiental y cambios en la microflora intestinal. 

Si esta explicación no te es suficiente, descarga el estudio completo “Secular differences in the association between caloric intake, macronutrient intake and physical activity with obesity,” del próximo número de Obesity Research & Clinical Practice.