¿Por qué ellos recurren a las sexoservidoras?

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¿Por qué ellos recurren a las sexoservidoras?

Foto: Tomada de Internet
Estos estudios ayudan a entender de una manera más abierta la mentalidad del consumidor sexual, quien recurre a la prostitución

La investigación realizada por Susann Huschkey y Dirk Schubotz, recientemente publicada en la revista 'Sexualities', desmenuza los estereotipos predominantes sobre los hombres que pagan por sexo, tal y como se utilizan continuamente en el discurso público sobre el trabajo sexual

La conclusión a la que llegaron los investigadores, respecto a las razones que motivaban a los hombres a recurrir a los servicios de prostitutas resultaron muy variables. 

El estudio consistió en que 446 clientes habituales completasen una encuesta 'online', complementados por entrevistas cara a cara con 10 de ellos, así como por los testimonios de 19 trabajadores sexuales, y un gran descubrimiento que arrojó la investigación es que no existe un tipo de cliente típico, sino que hay muchas variantes, las principales son: 

#1 Disfruto haciendo el amor con gente diferente (47%)

#2 Me ha permitido explotar mi sexualidad (40%)

#3 Me permite probar cosas que no había probado antes (41%)

#4 Me gusta que no haya lazos emocionales (38%)

#5 Me permite hacer cosas que no podría hacer con mi pareja (28%)

#6 Es la única manera en que puedo hacer el amor (25%)

#7 El secretismo me excita (21%)

#9 Me hace sentir mayor confianza sobre mi cuerpo y sobre mí mismo (21%)

#10 Es bueno para mi autoestima (19%)

#11 Lo hice por curiosidad (16%)

#12 Es rápido y fácil: no tengo tiempo para otras relaciones sexuales (16%)

#13 Es la única manera en que puedo obtener satisfacción sexual (9%)

#14 No me siento preparado para otras relaciones sexuales (8%)

#15 Nada de lo anterior (<1%)

“Si tuviese una vida sexual activa en casa, definitivamente no utilizaría a las escorts, pero mi mujer nunca quiere. Estamos felizmente casados, aún salimos, pero en lo que concierne al sexo… supongo que me he rendido”
Roger de 50 años

Las respuestas de los encuestados a los que NO les gusta la prostitución ni la consumen fueron:

1.- Me siento como si tuviese que esconderme (41%)

2.- Me preocupa que mis amigos y familia se enteren (39%)

3.- Me preocupa el bienestar de la trabajadora sexual / prostituta (36%)

4.- Me siento como si tuviese que mentir sobre lo que hago (31%)

5.- Me preocupan los riesgos para la salud (25%)

6.- Me gasto demasiado dinero (25%)

7.- Echo de menos la conexión emocional (21%)

8.- No creo que sea dinero bien gastado (12%)

9.- No me gustan los lugares donde se lleva a cabo (10%)

10.- Me hace sentirme avergonzado (10%)

11.- Esperaba que me daría más que sexo (5%)

12.- Daña mi confianza (3%)


El 97% de los participantes eran hombres, con tan solo un 2% de mujeres y un 1% de trans. La mayoría (64%) tenían entre 31 y 50 años, seguidos por aquellos que tenían entre 51 y 74 (un 21%) y los de entre 22 y 30 (un 14%). Cuatro de cada 10 eran solteros, y la mayoría de ellos preferían ver a diferentes mujeres (58%), aunque un tercio reconocía que prefería quedar siempre con la misma, algo que, por lo general, no era posible.

Algunos de los testimonios de los participantes fueron los siguientes:

“Si tuviese una vida sexual activa en casa, definitivamente no utilizaría a las escorts, pero mi mujer nunca quiere. Estamos felizmente casados, aún salimos, pero en lo que concierne al sexo… supongo que me he rendido”. afirma Roger de 50 años.

“Era un buen chico católico, estaba cachondo el 99% del tiempo por eso, pero es la elección que había tomado por la manera en que me criaron… Y entonces llegué a ese punto donde la cosa era: ¿Por qué? ¿Es de verdad el sexo un pecado?", dice Philip de 35 años quien permaneció en abstinencia hasta los 30.

También hay quienes tienen gustos especiales que no todas las parejas pueden complacer, como es el caso de Nick:

“Si conoces a alguien, incluso si lo conoces desde hace un mes, te preguntas, ¿cómo saco a pasear el fetichismo en nuestra relación?”

La conclusión de los investigadores es que el deseo de encontrar placer sexual no significa automáticamente que los hombres que pagan por sexo simplemente busquen un cuerpo femenino pasivo y receptivo para el desahogo sexual, a veces hay mucho más detrás de esa práctica.