Por la Ruta Cinco
Usted está aquí
Por la Ruta Cinco
Llegar al poder sólo por la vía de los partidos políticos en los tiempos modernos se ha convertido en misión imposible, esto derivado de la diversidad y de lo acéntrico de la sociedad que se traduce en fragmentación del poder, que además ha perdido su carácter jerárquico para arribar a formas de participación más horizontales que verticales.
Los aspirantes y los que resulten candidatos que no observen esta nueva forma de actuar de la sociedad y de hacer política, estarán condenados al fracaso electoral. Ya no hay un partido político que solo pueda ganar; de hecho, los institutos políticos han tenido que hacer de lado los temas ideológicos, que dividen, para encontrar los puntos de conciencia que los unen.
Dos ejemplos ilustran estas afirmaciones: el PRI perdió la elección en el Estado de México, lo salvaron los electores de otras ideologías disímbolas, de asociaciones civiles, partidos locales y nacionales que decidieron coligarse. El otro caso lo está representando Enrique Alfaro de Jalisco, que declara no deber nada a nadie y preferir seguir el camino ciudadano que lo llevó hasta la presidencia municipal de Guadalajara, por ahora.
En este orden de ideas, las agrupaciones y asociaciones políticas formadas no al vapor de la elección por venir, sino aquellas que han demostrado trabajo social y compromiso por las mejores causas de México durante largo tiempo, y que han acreditado congruencia en el decir y el hacer, tendrán un gran valor para las aspiraciones de los candidatos que buscarán llegar al poder por cualquiera de las formas que la Ley permite.
Éste es el caso de Ruta Cinco, encabezada por Manuel Espino, líder de la agrupación y de amplia trayectoria política, diputado federal independiente en la LXIII Legislatura, y que este fin de semana dirigió los trabajos de su V Asamblea Nacional, a la que acudí con interés y curiosidad para comprobar que es una asociación con músculo, cuyos miembros no van a dejar pasar esta elección sin sumar su esfuerzo y votos por aquellos candidatos que tengan honestidad acreditada, experiencia exitosa como líderes comunitarios, compromiso con las causas ciudadanas antes que con las ideológicas; propuesta y competitividad electoral.
Agradezco desde esta tribuna de EL UNIVERSAL a Manuel Espino por haberme invitado a participar en su Asamblea y le deseo, al igual que a todos sus integrantes, mucho éxito en los procesos electorales federales y locales por venir.