CIUDAD DE MÉXICO. Durante los 15 días que estuvo perdido en las Lomas de Chapultepec, elmono capuchino se alimentó de galletas, pan, fruta, entre otroscomestibles que de buena fe le proporcionaron los vecinos.

Sin embargo, esta especie no puede procesar tanta azúcar, debido a que requieren de un alimento especial balanceado. En su hábitat natural sus madres les enseñan a alimentarse y en un criadero, quienes los tienen bajo su cuidado.

Así lo señaló la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) al detallar que debido a esa mala alimentación estará en cuarentena, con una dieta nutritiva y en permanente observación para descartar que haya contraído enfermedades infecciosas como virus, parásitos y bacterias.

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El pequeño animal también se hallaba en riesgo porque estás especies viven en grupos de hasta 20 primates y si están solos además de que no pueden aprender a alimentarse, no tienen quien les enseñe a subsistir y protegerse.

Ante ello, esta asociación celebró que la Profepa haya encontrado y rescatado al mono capuchino, pues mientras siguiera perdido en las calles de la ciudad su vida estaba en serio peligro.

Los expertos de AZCARM, asociación a la que pertenece el Zoológico de Chapultepec, señalaron que el ejemplar de alrededor de un año de edad, fue encontrado con un colmillo fracturado y muy bajo de peso; estiman que estuvo extraviado en las calles de la ciudad, desde hace alrededor de un mes, pese a que fue visto por primera vez hace 15 días.

Aunado a todos estos riesgos, el mono pudo haberse enfrentado, sobre todo en las zonas de barrancas, con depredadores; búhos, halcones, zorros y hasta perros. Y en esta selva de asfalto fácilmente podría haber sido atropellado al caerse de un árbol. Y una fuerte lluvia o granizada podría haberle provocado la muerte al no poder resguardarse en ningún sitio”, especificó la AZCARM.

En México está permitido tener algunos animales exóticos que sólo existen en Centro y Sudamérica siempre y cuando se pueda acreditar su legal procedencia y esté registrado ante la Semarnat.  

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Cabe señalar que los primates de cualquier subespecie son 100 por ciento silvestres y no mascotas, motivo por el que siempre responderán a su instinto y en caso de sentirse en peligro pueden llegar a morder fuertemente y a transmitir algún virus.

Además, estas especies, que viven hasta 50 años en promedio, alcanzan su madurez sexual entre los siete y 10 años, lo que los hace tener un comportamiento más agresivo.

Y aunque los primates efectivamente son los animales más parecidos a nosotros, nunca serán un ser humano, y cuando de manera inconsciente e irresponsable queremos hacer que se comporten como nosotros sufren frustración y trastornos conductuales muy graves que los puede hacer mucho más agresivos”, apuntó la asociación.

Además, agregó que en caso de que el mono rescatado sea reclamado en la Profepa, el supuesto dueño deberá presentar su registro, de no tenerlo estaría cometiendo una grave falta al tener un ejemplar exótico de manera ilegal por lo que podría ser sancionado por maltrato animal con una multa. El no cuidarlo y permitir que escapara es considerado una forma de violencia.