‘Por desconfianza el mexicano no paga impuestos’; persiste la evasión

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‘Por desconfianza el mexicano no paga impuestos’; persiste la evasión

Agustín López, contador público.
Según experto en finanzas, la corrupción oficial desalienta al contribuyente para cumplir con sus compromisos fiscales

“Se comentaba algo”, apuntó, “que los contadores públicos llamamos el ‘retorno de los impuestos’, el destino que se proporciona a lo recaudado por la aplicación de las tasas impositivas, y que lo veamos en forma de obras e infraestructura, pero sobre todo en la estructura del país.

La estructura se forma de cuatro factores de una sociedad, que la integran la parte económica, salud, educación y seguridad.

“Pero a nivel nacional —tal vez no sea yo quien diga cómo van nuestros avances—, todas las mañanas el presidente Andrés Manuel López Obrador, dice: ‘Vamos muy bien económica y socialmente en México’, pero la perspectiva de los mexicanos es todo lo contrario.

“Por ejemplo, en este momento se tiene el Instituto de Salud para Bienestar que se constituyó en lugar del programa del Seguro Popular, por el que no se cobraría por la atención médica y asistencial, pero resulta que no está funcionando adecuadamente.

“Entonces ahí es donde se constituyen esos desconciertos, y los causantes dicen ‘voy a pagar los impuestos al Gobierno’, pero no hay transparencia en el manejo y aplicación de dichos recursos económicos”, lamenta.

Entonces ahí es donde se constituyen esos desconciertos, y los causantes dicen: ‘voy a pagar los impuestos al Gobierno’, pero no hay transparencia”.
Agustín López, contador público.

NECESARIA UNA CULTURA DE PAGO

“¿Qué es lo que se requiere?, crear una cultura de pago de impuestos al Gobierno, pero que haya esa reciprocidad del pago, porque hay problemas añejos que afronta la sociedad mexicana como es la corrupción”, aconsejó

Como ejemplo, citó: una persona que no tiene recursos económicos y acude al hospital porque afronta problemas de salud, y no recibe la atención ni las medicinas, se siente defraudada.

“Pero en cambio, el Gobierno está cobrando los impuestos e incluso de no cubrirlos se puede hacer acreedor a sanciones administrativas y económicas.

“Si queremos cambiar el pensamiento del mexicano, necesitamos esa reciprocidad por parte del Gobierno, pero no solo con palabras, sino con hechos, que los hechos sean primero y las palabras sean después”, propuso.