Por Anabel Flores Salazar

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Por Anabel Flores Salazar

La periodista Anabel Flores Salazar fue secuestrada y asesinada. Desde hace seis meses colaboraba en  el diario El Sol de Orizaba, antes había trabajado en El Buen Tono y su fuente era la nota policiaca. Tenía 27 años y dos hijos, uno recién nacido. Según datos de la organización Artículo 19, desde hace cinco años, cuando llegó el gobernador Javier Duarte han sido asesinados quince periodistas.

¿Pero, qué escribía Anabel? A continuación dos historias firmadas por la periodista y publicadas en el diario El Buen Tono. 

1) Fecha: 15 de abril de 2014 / Título: Desaparecen dos jóvenes 

Nogales.- Ante la Agencia del Ministerio Público se presentaron dos padres de familia (por separado), para denunciar la desaparición de sus hijos, un estudiante originario de Orizaba y el otro con domicilio en la colonia Centro de Nogales.  La primera denuncia, con número de investigación 066/2014, es por la desaparición de Gilberto Heredia Morales de 33 años de edad, con domicilio en Nogales.  

Esta denuncia fue interpuesta por su padre, el señor Gilberto Heredia Viveros quien declaró que fue el viernes pasado la última vez que vio a su hijo, mismo que dijo se trasladaría a Orizaba a una entrevista de trabajo, pero ya no regresó. 

2) Fecha: 10 de septiembre de 2014 / Título: Denuncian desaparición

Río Blanco.- Ante la Agencia del Ministerio Público se presentó un empleado para denunciar la desaparición de uno de sus hijos, quien desde el pasado 22 de agosto salió de su vivienda porque compraría unos artículos en el centro del Río Blanco y ya no regresó a su domicilio.  Se trata de Francisco Rosas Flores de 27 años de edad y con domicilio en la calle Felipe Carrillo Puerto de la colonia Paseos de Tenango en el municipio de Río Blanco; mismo quien ya tiene 18 días de haber desaparecido. 

Por lo anterior es que su padre, el señor Francisco Rosas Marcial se presentó ante la fiscal del Ministerio Público para denunciar la desaparición de su hijo y pidió que se realicen las investigaciones correspondientes para tratar de dar con el paradero de su primogénito. El denunciante dijo que el día de la desaparición, su hijo vestía pantalón de mezclilla azul, camisa de vestir y zapatos color negro, además de en el antebrazo tiene un tatuaje que dice “Hecho en México”. 

Así consignaba las tragedias Anabel Flores Salazar, la madrugada del lunes 8 de febrero pasó de testigo a víctima, cuando un comando armado entró a su domicilio, la raptó y la asesinó. Duele la violencia, la impunidad, la criminalización de la víctima, sólo queda recordar que matar periodistas no mata la verdad.

*Agradezco a la organización Artículo 19 por proporcionarme parte del trabajo de Anabel Flores para su publicación.