POP CORNER: Se dice que, se bebió de un golpe todas las estrellas...

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POP CORNER: Se dice que, se bebió de un golpe todas las estrellas...

Foto: Vanguardia
Te bebiste de golpe todas las estrellas, tu alma navega y le canta sonriente, a todo aquello que, por ser sencillo, trasciende en el tiempo… y es el puente que une el aquí y el nosotros, con tu ser eterno.

El pasado jueves el sol primaveral amaneció triste… Las malas noticias corren veloces y un repentino chubasco nos sorprendió muy de mañana, frío e implacable, provocando que los recuerdos de otros tiempos florecieran nuevamente. 

Alberto Cortez el poeta de la música hispanoamericana que había navegado una vida con las velas libres al mundo y al viento, había llegado al puerto sin retorno del destino final. 

Al enterarme de su partida vino a mi mente su rostro sonriente, su mirada franca y apacible, sus dedos ágiles recorriendo el teclado de un piano o tocando su guitarra, y esa voz de tonos amables y profundos que recitaba cantando, frases que dejaron huella en quienes tuvimos el privilegio de escucharlo, y que ahora me voy a permitir recordarlas en este relato de “cuando un amigo se va…”

“Mi padre fue quien lo trajo a mi vida. Era su amigo y gracias a él tuve la oportunidad de conocerlo en el año 1972, durante la grabación de una serie de programas musicales producidos para Televisión Independiente de México. 

Eran tiempos de dictadores y música de protesta, y tras el silencio oficialista decretado para la música rockera, estaba muy en boga entre la juventud el género musical con acentos poéticos latinos.

En aquellos días llegaron a México para la grabación de la serie “Entre Amigos” algunas de las más importantes estrellas de la canción internacional de los años setenta, como Paco de Lucia, María Dolores Pradera, Joan Manuel Serrat, Victor Manuel y Ana Belén, George Moustaki, Nacha Guevara, Mireille Mathieu o Charles Aznavour y por supuesto, Alberto Cortez. 

La idea de estas grabaciones era realizar un programa musical en donde los jóvenes universitarios pudieran disfrutar precisamente “Entre Amigos” de un concierto íntimo y una plática muy cercana con los protagonistas musicales, algo así como lo que ahora se ha dado por llamar “Primera Fila”. 

La primera presentación de Alberto Cortez fue de lo más cálido y entrañable. Fue un verdadero agasajo presenciar a los jóvenes universitarios cantar a coro aquello de “Camina siempre adelante… y nunca ofendas a nadie para que nadie te ofenda” o “No soy de aquí ni soy de allá… y ser feliz es mi color de identidad”.

Alberto tenía la magia de convertir lo cotidiano en poesía y ya fuera platicando acerca de su padre, quien al enterarse que Alberto se había decidió a dejar sus estudios de Leyes para dedicarse a la música y le dijo con gran sabiduría “te está llamando el camino y no le gusta esperar…” o al recordar su infancia eternizó a un simple perrito cantando: “Era el callejero de las cosas bellas, y se fue con ellas cuando se marchó”; o aquel homenaje al amigo a quien dice “no te vayas todavía, que hasta la guitarra mía llora cuando tú te vas”. 

Pero quizá la mejor experiencia que tuve durante aquella serie de grabaciones fue la realización de un clip musical, algo muy novedoso para la época, que narraba una historia mágica y que ahora recuerdo muy bien pues tenía una letra que en este momento del adiós a Alberto Cortez me resulta más que memorable y relata de una manera entrañable lo que yo quisiera expresarle, pero con sus propias palabras…

“Es tiempo de duendes… de atarle la cola a todas las penas… regar las simientes de algunas ideas, y hacer que germinen con la primavera… díctame en silencio, canciones como esta”.

Hasta siempre jamás Alberto Cortez… te bebiste de golpe todas las estrellas, tu alma navega y le canta sonriente, a todo aquello que, por ser sencillo, trasciende en el tiempo… y es el puente que une el aquí y el nosotros, con tu ser eterno.