Políticos suspenden inteligencia emocional

Usted está aquí

Políticos suspenden inteligencia emocional

Pueden surgir problemas en tu lugar de trabajo porque alguien está celoso de tus éxitos e intentarán perjudicarte

México, DF. La media de los políticos españoles suspende en inteligencia emocional o capacidad de gestionar y percibir las emociones propias y ajenas, aunque los líderes de los partidos emergentes aprueban por su empatía. En plena campaña electoral, dos catedráticos de Psicología analizan el perfil emocional de los políticos españoles.

Estos días las máquinas electorales funcionan a todo gas para captar los votos, el 20 de diciembre, de simpatizantes e indecisos, una contienda igualada entre cuatro partidos: dos emergentes, Podemos y Ciudadanos, y los otros dos que se han alternado el poder en España, PP y PSOE.
Pero no todo son propuestas y promesas, la inteligencia emocional del político para llegar al ciudadano también es una baza a jugar.

“El político medio español es un analfabeto emocional que refleja narcisismo e ignorancia. Le falta percibir las emociones del ciudadano y empatizar con él. Está tan alejado de la realidad que el sufrimiento le es ajeno, como un entrenador que no conecta con su equipo”, considera Pablo Fernández-Berrocal, catedrático de Psicología y director de la Laboratorio de las Emociones de la Universidad de Málaga.

En la misma línea se expresa el catedrático de Psicología Clínica de la Universidad de La Laguna de Tenerife, Wenceslao Peñate: “El nivel de inteligencia emocional en la política española es escaso. Existe una corta percepción de las emociones y por eso, cuando hay distancia afectiva y no se transmite credibilidad, la posibilidad de que el ciudadano se involucre en las decisiones políticas es más difícil”.

Frialdad de los partidos clásicos, empatía de los emergentes

Y esto es lo que ocurre especialmente, según los psicólogos, con los políticos que representan a los partidos tradicionales, el PP y el PSOE.

“Tienen un discurso muy afectado y a la vez muy poco emocional. Desde el punto de vista de la comunicación pueden generar simpatía pero no son empáticos”, apunta el catedrático canario.
“La simpatía – añade- no llega al corazón de la gente, suena como un discurso aislado. Sin embargo, la empatía es la congruencia afectiva, transmite que el político se están poniendo en nuestro lugar y sabe cómo nos sentimos”.

Por su parte, el psicólogo Pablo Fernández-Berrocal describe como Rajoy transmite “frialdad, alejamiento, poca empatía, indolencia…”, mientras que Pedro Sánchez “es más comunicativo y expresivo, pero parece impostado”.

Un nivel de inteligencia emocional que contrasta con el de los líderes de los partidos emergentes. Los dos catedráticos coinciden en destacar la “frescura” y la “empatía” en Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos).