Políticos mienten en discursos ‘perfectos’: Santiago Portilla

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Políticos mienten en discursos ‘perfectos’: Santiago Portilla

Reconocimiento. Santiago Portilla dijo que los discursos de Barack Obama son ejemplos de excelentes discursos. / Alejandro Tomatsu
Santiago Portilla dijo que falta madurez política para la elaboración de buenos discursos

Santiago Portilla, sociólogo, historiador y escritor profesional de discursos, quien escribió todos los discursos del expresidente Ernesto Zedillo, explicó a VANGUARDIA que falta madurez política para que se logren crear buenos discursos, pues en la actualidad los políticos mienten al decir que todo es perfecto, mientras que la oposición sostiene que todo es malo. 

El discurso político es la manera en que un candidato o un gobernante expresa sus puntos de vista, las razones con las que quiere convencer a la ciudadanía para que vote por ellos o de que se está ejerciendo de manera correcta un gobierno. 

Por desgracia, tiende a ser muy sesgado, quien pide el voto suele solicitarlo como si fuera la única opción que existe, al hablar muy mal de los opositores y muy bien de sí mismo, con lo que se hace un discurso poco creíble. 

Durante el gobierno ocurre algo parecido, es decir, el mandatario tiende a decir que todo está perfecto y el opositor suele decir que todo está mal. 

Además, dijo, influyen en estos malos discursos los mercadólogos, que aconsejan la mercadotecnia política y la publicidad –que considera una técnica hecha para mentir–, con lo que se venden productos anunciando sus virtudes, como lo hacen los políticos con sus discursos. 

La ciudadanía es inteligente para saber que las cosas no son tan simples, por eso desconfía del político, porque sabe que no está diciendo la verdad”
Santiago Portilla, sociólogo

El ciudadano se vería beneficiado y creería más un discurso que reconoce problemas y avances aunque tenga otras propuestas, sin caer en la “buroparla” –hablar mucho y no decir nada–. También si el político habla la verdad de lo que sucede y menciona las razones por las que se toma una política o se abandona una política. 

El discurso más tradicional, era lo que expresaba razones de estado, quizá era demagógico, pero había una razón y partía de reconocer un problema que la acción del estado resolvía. 

“Para que esto se logre falta madurez y dejar de confiar en el publicista para volver a la visión de Estado”, sostuvo Portilla. Además, explicó que cada político siempre se deslinda del que estuvo anteriormente en el cargo, aunque sea de su mismo partido, lo que pasó también con el actual Gobierno de Coahuila y con el discurso que dio Colosio antes de que fuera asesinado. 

Finalmente, Santiago Portilla dijo que los discursos del presidente de EU, Barack Obama, son ejemplos de excelentes discursos.