Políticas públicas con sensibilidad humana. La no historia de la adaptación de las acciones de gobierno

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Políticas públicas con sensibilidad humana. La no historia de la adaptación de las acciones de gobierno

Es muy común cuando se habla de políticas públicas se relacione con trámites, documentación, en otras palabras, con todo eso. 

Las políticas públicas no es otra cosa que las acciones que cualquier entidad pública (entiéndase como gobierno o instituciones que su dinero proviene de impuestos) realiza para cumplir el objetivo que fueron creadas. Normalmente, esta serie de acciones están en alguna Ley o Reglamento donde se establece el cómo se deben hacer las cosas, lo que se llama “normatividad”. Básicamente lo qué ocurre es que los servidores públicos encargados de dicha política pública o programa, se dedican a aplicarla, no importa el contexto. 

Bueno, ¿por qué les cuento todo esto? Esta semana me pasó algo bien interesante, y por qué no irónico y gracioso. Les cuento: 

Como les compartí hace algunas semanas mi suegro estuvo enfermo de COVID-19, y hasta la fecha no tiene una recuperación al 100%, así que evidentemente dejó muchos pendientes administrativos de los cuales él era el único que tenía conocimiento.

Uno de ellos: las cuotas del IMSS.  Esta semana acudieron a “embargar” del IMSS por no haber realizado pagos como patrón. Nosotros le comentamos la situación que estamos viviendo y muy amablemente nos sugirió algunos caminos para subsanar lo que estaba pasando: 

1.- Si quisiéramos dar de baja al “patrón” (mi suegro) tiene que ir el presencialmente a las oficinas del IMSS para firmar su baja y la de sus empleados, la única manera que no lo haga es llevando un acta de defunción del “patrón”. 

2.- Los meses de atraso se deben pagar en el banco con los formatos que el mismo sistema arroja. 

3.- Las multas generadas hasta la fecha se pagan en efectivo a la persona que acude al local de trabajo a solicitar el “embargo” y solamente te dan un “recibo” hecho a mano que puede cambiarse con facilidad. 

4.- El proceso de “embargo” tiene un costo de 430 pesos por cada mes de atraso, es decir si son varios, hay que multiplicar; esto se se paga en efectivo, también, y tiene un formato con copia que se hace al momento (a mano y con papel carbón).
Después de este suceso me surgieron varias preguntas:

1.- ¿Acaso no hay tabletas electrónicas que permitan pagar con tarjetas de débito o de crédito y hacer todos esos formatos de manera digital? Al final el objetivo es aumentar la recaudación de los patrones antes el IMSS, qué buena falta le hace sobre todo en estas fechas. 

2.- No se les ha ocurrido que los pacientes COVID-19 (los que llegan a recuperarse después de estar entubados por semanas) no podrán volver en el corto plazo a incorporarse a la vida productiva. ¿No debería existir ya alguna normatividad al respecto al casi al año de hacer declarado al COVID-19 como pandemia? 
No podemos olvidar, jamás, que las políticas públicas están hechas por personas para personas. No se trata de un montón de papeles, formatos y reglas que seguir, se trata de cómo estas acciones ayudan a organizar y mejorar la vida de todas y todos.
Necesitamos tomadores de decisiones que vean más allá de lo que dice o no una Ley o un reglamento, necesitamos personas que piensen en personas antes de tomar decisiones que nos afecta a todas y todos. Necesitamos servidores públicos capaces de ser empáticos con las realidades sociales y económicas que vivimos hoy, pero sobre todo con la capacidad de adaptar los protocolos y procesos de manera eficiente. Necesitamos #CiudadanosdeTiempoCompleto.