La Policía de Hong Kong (China) ha sido muy criticada por el insólito arresto a una niña de 12 años durante las multitudinarias protestas que se llevaron a cabo este domingo 6 de septiembre contra el aplazamiento electoral para elegir a los miembros del Consejo Legislativo.

Según explicaron los familiares a la prensa hongkonesa, la niña fue arrestada cuando salió a comprar útiles escolares. En las imágenes se aprecia cómo varios policías interrogan a la menor, que corrió antes de ser interceptada y reducida aparatosamente.

En su defensa, los agentes informaron que la pequeña “echó a correr de repente de manera sospechosa”, por lo que se la redujo “usando la mínima fuerza necesaria”, aunque en el video se ve que es tratada como si fuese una peligrosa criminal.

Las autoridades se mostraron preocupados con la presencia de jóvenes en aglomeraciones ilícitas, ya que “su presencia en las protestas también pone en riesgo su seguridad”.

La madre de la niña declaró al medio Apple Daily que presentará una denuncia y una queja formal contra la Policía de Hong Kong, debido a que su hija, junto a su hermano mayor, estaban comprando útiles cuando la menor corrió presa del susto. Ambos fueron multados, pero ella resultó con raspones y golpes.

Ante esto, Claudia Mo, una legisladora prodemocrática criticó las medidas adoptadas por la Policía, calificándolas de “innecesarias”.

Las elecciones legislativas que deberían haberse realizado este domingo fueron pospuestas bajo el pretexto de la pandemia, lo que originó una multitudinaria protesta que terminó con al menos 289 detenidos.

Entre las razones que Carrie Lam, jefa Ejecutiva de Hong Kong, explicó sobre la postergación de las elecciones para el próximo año, se encontró el riesgo de contagio debido a la aglomeración de votantes y trabajadores en los colegios electorales o la imposibilidad para los hongkoneses residentes en el extranjero de regresar para sufragar debido a la obligación de guardar dos semanas de cuarentena a su llegada.

El pasado 30 de junio, Beijing impuso en la ciudad una polémica ley de seguridad nacional que sanciona con penas de hasta cadena perpetua a actos como la secesión o la confabulación con fuerzas extranjeras, lo que provocó temores entre muchos hongkoneses y una reacción condenatoria de parte de la comunidad internacional.