XALAPA, VER.- El asesinato del reportero veracruzano Pedro Tamayo tomó tintes dramáticos con el relato de su esposa, Alicia Blanco, sobre la posible implicación de policías estatales en el crimen y su trabajo periodístico como línea de investigación.

Y es que la última nota informativa que Tamayo realizó fue la desaparición de un policía ministerial, cuyo cuerpo fue hallado el jueves junto con cinco personas más.

Blanco acusó —en declaraciones ministeriales y periodísticas— a policías estatales de estar vinculados en el crimen, pues impidieron que los servicios llegaran rápido, que fueran interceptados los responsables y se abstuvieron de perseguir a los sicarios.

Las autoridades ministeriales abrieron una investigación para esclarecer el crimen del periodista y ocho policías fueron llamados a comparecer por el hecho.

La Fiscalía General del Estado dio a conocer que el comunicador, especializado en la nota roja, recibió impactos de bala calibre nueve milímetros, lo que quedó asentado en la carpeta 217/2016 de la Subunidad Integral de Procuración de Justicia.

EL RELATO DE LA ESPOSA
Alicia Blanco relató que sujetos a bordo de un vehículo llegaron al local de venta de hamburguesas que tienen en su casa y tras hablar con Tamayo, dispararon.

Al menos un impacto de bala dio en un costado del comunicador y los agresores huyeron del lugar. A los pocos minutos llegó una patrulla de la policía estatal, cuyos ocupantes dieron direcciones equivocadas del lugar a los servicios de emergencia.

En tanto —relató la mujer—, uno de los hijos del reportero siguió en un auto a los sicarios y al intentar chocarlos para que se detuvieran, fue interceptado por otra patrulla de Seguridad Pública Estatal.

En declaraciones a medios de comunicación, Alicia Blanco detalló que cuando llegaron los paramédicos —25 minutos después—, los atacantes pasaron en dos ocasiones más frente a su casa sin que los policías trataran de detenerlos.

RELACIÓN COMPLICADA
Fuentes de la Fiscalía General y de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, recordaron que en enero del presente año el reportero huyó del municipio de Tierra Blanca debido a que mantenía pláticas para echar a andar un medio de comunicación con el empresario local, Francisco Navarrete.

Sin embargo, Navarrete fue detenido por la Gendarmería y señalado como presunto jefe de plaza del “Cártel Jalisco Nueva Generación” y acusado de ser responsable de la detención y asesinato de cinco jóvenes en Tierra Blanca.

El comunicador fue ubicado en Oaxaca, por lo que la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas le brindó seguridad y lo refugió en el norte del país, pero el reportero decidió volver.

CONDENAS
La Sociedad Interamericana de Prensa expresó su indignación por el asesinato, al tiempo que exigió a las autoridades que atiendan con profundidad y esmero los atentados contra la libertad de prensa

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo, expresó que “basta ya de actos de barbarie contra periodistas en México que resultan doblemente violentos por la falta de justicia y la incapacidad para resolver los asesinatos y otras agresiones”. 

El dato
> La última nota que Pedro mandó a sus medios de comunicación fue la desaparición de un agente ministerial y su esposa, los cuales habían sido levantados en el puerto de Veracruz y aparecieron ejecutados.

Blindado
> Tamayo incluso vivió fuera de Veracruz, porque había recibido amenazas del crimen.
> A su regreso, el periodista fue asesinado, a pesar de que contaba con protección policial.