Polanco: la biografía
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Polanco: la biografía
Lo que ve el que vive. Ciertas biografías de los grandes hombres son más entretenidas e inquietantes, que una buena novela. A un periodista, a un editor, a un escritor le pasa de todo (nos ha pasado de todo. Nos pasa de todo y todo el tiempo).
Pero, cuidado, me estoy refiriendo solo aquí a los editores y periodistas que dejan jirones de su alma y pluma en su oficio, no en aquellos propagandistas, locutores, presentadores de televisión, animadores, claques de los gobiernos o aquellos “periodistas” que prefieren editar una información sobre Siria, pero sin dar opinión crítica sobre las fieras depredadoras de los gobiernos locales. Es decir, son distractores o indiferentes al vecindario. Por conveniencia. Sin compromiso, repito, vaya. Pero un periodista no sólo está a merced del poder político, pueden influir otros poderes como el económico, militar, narcotráfico…
El periodismo, como cualquier otra disciplina del ser humano, es apasionante. Pero, los editores, los escritores, los periodistas llaman el doble de atención porque son un termómetro de la vida social y política de una ciudad y un país todo. Los editores y periodistas no pocas veces terminan siendo la balanza entre el poder político y los ciudadanos. A los escritores y periodistas no pocas veces los lectores nos piden ser juez y verdugo. Lo anterior debido a la nula actividad de los organismos e instituciones que, en teoría, los (nos) representan, estimado lector.
Como ejemplo sencillo y rápido, la nueva Ley de la Familia aprobada en Coahuila en un Congreso que de independiente y autónomo del Poder Ejecutivo de Rubén Moreira, tiene lo que yo de astronauta: nada. Pronto lo abordaré, pero, diputados que lo representan a usted, como Javier Díaz o Verónica Martínez, hacen menos daño a Coahuila si se quedan dormidos en su curul o se reportan enfermos. Levantando el dedo ya tienen jodido a Coahuila.
Me estoy desviando. La biografía de los grandes hombres, decía, como la de un editor, un periodista, es de tal importancia como la aparición de una novela. Es el caso de la biografía del editor Jesús de Polanco.
Un editor, un periodista es no solo testigo de su tiempo, sino protagonista principal, él mismo, de la historia, del ritmo sordo y apocalíptico, el cual pasa alterando el ritmo de una sociedad completa. El periodista es aquel que deja en letra redonda el devenir de nuestras sociedades. Un buen periódico, una buena radio, el escribir con pasión, llega a tal grado de influencia, que no pocas logra intervenir en los cambios de las políticas públicas o en el armado integral de planes de trabajo.
Esquina-bajan
Lo anterior es el motivo, sin duda, de estatuas de piedra de los medios de comunicación iberoamericanos, como los paradigmáticos ejemplos de don Julio Scherer (México), José Salgar (Colombia), Clóvis Rossi (Chile) o Hermenegildo Sábat (Argentina). Hoy nos ocupa el Fundador de editorial Santillana y el Grupo PRISA; editor del diario ibérico “El País”, el diario más influyente en lengua española, Jesús de Polanco (1929-2009).
Biografía apasionante y apasionada, la catedrática Mercedes Cabrera (Madrid, 1951) acaba de entregar al público de Iberoamérica el libro “Capitán de Empresas”, la biografía de De Polanco editada por Galaxia Gutenberg. La autora tuvo acceso a las actas de los consejos de PRISA y al archivo del editor, bujía en la famosa transición española y pieza influyente, debido al nacimiento del diario “El País” en 1976. “No le interesaba tanto el dinero, aunque se hizo rico cuando PRISA salió a bolsa en 2000, como el poder, el poder como capacidad para hacer cosas”, dice la autora.
Y vaya que De Polanco hizo cosas. Tras el escandaloso éxito de Santillana y “El País”, el editor y empresario Polanco dio el salto a la radio (Grupo SER) y la televisión (Canal Plus). Lo demás es historia. Leer esta biografía es obligado para todos nosotros porque al final de cuentas, la poderosa Santillana y su conglomerado de editoriales tienen una nómina de autores de primera línea en sus filas. Amén de la influencia en toda América Latina de su diario, referencia obligada de buen periodismo. Fue tal el dominio de Jesús de Polanco en el mundo político, social y editorial, que en su momento, su amigo, el jesuita José María Martín Patino, se refería a él como…
Letras minúsculas
“Jesús del Gran Poder”. “Capitán de empresas”, de obligada lectura.