"Podemos tener más hijos, pero no nos lo podemos permitir”, dicen en China

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"Podemos tener más hijos, pero no nos lo podemos permitir”, dicen en China

Varias madres y sus bebés en un parqué de Pekín, China. Foto EFE
Según la última estadística, en China nacen 117 varones por cada 100 mujeres.

La noticia de que se deroga la política de un hijo en la radio estatal topa con la incredulidad del taxista Wang. Este pequinés de 38 años asegura: "No habrá diferencia alguna. De todas formas sólo los ricos se pueden permitir hoy un segundo hijo".

Él tiene un hijo de 11 años y aunque ahora se le permite tener otro, asegura: "No podría criar a un segundo hijo".

Los chinos han tenido que esperar más de tres décadas para ver el fin de la odiada política de un hijo. Ahora, el Partido Comunista afronta el dilema de una población que envejece rápidamente y la falta de mano de obra. Es por ello que se ha adoptado la política de dos hijos, aun cuando la población crezca.

La decisión hoy del Comité Central del Partido Comunista Chino llegó por sorpresa, a pesar de que ya hacía tiempo que se venían debatiendo los pros y los contra de una derogación de la ley.

Pero la última flexibilización de la norma en 2013 no generó el aumento de natalidad esperado. Ya entonces la respuesta fue tibia debido a los elevados costes de las viviendas y de la educación de un hijo en esta "economía de mercado socialista".

"Podemos tener más hijos, pero no nos lo podemos permitir", se afirma en foros de Internet. "¿Quién puede defender la tradición de que más hijos significa más suerte en vista de los crecientes costes de la vida?", dijo. Otros temen, sin embargo, que la medida llegue demasiado tarde para frenar el cambio demográfico y solucionar los problemas.

"Dos hijos supondrían el fin de la familia", señaló un usuario en Internet, que recuerda que hoy todos los familiares contribuyen con dinero para la vivienda de un chico que quiere encontrar pareja. Para muchas chinas jóvenes, un apartamento es un requisito indispensable para casarse. Y si se tiene coche, mejor.

Muchas parejas proceden de una familia de un hijo y ya se han acostumbrado a ello. Además, a ello se suma quién cuida a los pequeños, ya que muchas mujeres trabajan y quieren hacer carrera. En esos casos son los abuelos a quienes se suele recurrir. Y un hijo todavía se puede cuidar, pero ¿dos?.

A pesar de todo, las encuentras aseguran que la mitad de parejas desearían tener dos hijos. Según los pronósticos, la flexibilización introducida en 2013 y la eliminación de la política de un hijo, que entrará en vigor el año que viene, hará que la cifra de recién nacidos crezca anualmente en más de un millón.

Los efectos positivos en la economía se esperan para entre 2030 y 2050. Entonces volverá a crecer la mano de obra, de forma que a partir de 2040 se pueda aliviar la caja de pensiones, según estimaciones de los expertos.

Asimismo se podría corregir el excedente de hombres, ya que la política estatal de un hijo llevó a una descompensación. En China se priorizan por tradición a los hijos varones, debido a la creencia que ellos son los que se van a ocupar de la familia. A menudo se practicaban abortos si el hijo en camino era una niña. En las ciudades menos, pero en las áreas rurales la mujer suele mudarse después del matrimonio con la familia del marido, y con ello dejan de ocuparse de sus padres cuando son ancianos.

Según la última estadística, nacen 117 varones por cada 100 mujeres. Esta es una de las razones por las que cada vez tienen más problemas los hombres en encontrar una esposa, sobre todo si no tienen suficiente dinero. Con la política de dos hijos, esa presión podría reducirse.

Muchos exigen también la completa eliminación de la política de familia y liberarla por completo. "En nuestra opinión, el Estado sigue invadiendo de forma arbitraria e innecesaria los derechos reproductivos de las personas", dijo a dpa Sophie Richardson, de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch.

La política del hijo único en China

Desde el principio fue polémica ya la denominación de política de hijo único para designar lo que para el gobierno era planificación familiar.

La política se instauró en 1979 como una solución temporal pensada para una sola generación. Debía frenar el crecimiento de la población en el país y así aliviar la presión sobre los recursos y reducir la pobreza.

Durante todo este tiempo, las excepciones estuvieron a la orden del día. Principalmente para las minorías étnicas, que tenían permiso para tener dos hijos en zonas urbanas y hasta tres o cuatro en zonas rurales.

Si el primer hijo era una niña, la etnia china Han (mayoritiaria) solía tener permiso para tener dos hijos.

Las parejas urbanas tuvieron que pagar multas por tener hijos de más. Bien lo sabe el director de cine Zhan Yimou, que pagó una sanción de 1,23 millones de dólares en el año 2014.

Si se tienen en cuenta todas las excepciones juntas, el ratio de fertilidad china se encontraba más cercano a los dos hijos por pareja que al hijo único.

Las provincias, ciudades y pueblos continuaban interpretando, añadiendo cláusulas y obligando a familias a pagar elevadas multas para recaudar.

Un ejemplo de reinterpretación es el de la provincia de Sichuan, que hizo una excepción con los padres que hubieran perdido a sus hijos en el terremoto de 2008.

A finales de 2011, la política del "hijo único" perdió mucha fuerza a nivel territorial y comenzó a permitir a la mayoría de las parejas tener dos hijos con la condición de que ambos progenitores fueran a su vez hijos únicos.

En noviembre del 2013, China anunció que las familias podrían tener dos hijos con que sólo uno de los padres fuera hijo único. Este cambio benefició principalmente a las familias urbanas, puesto que las familias rurales acostumbraban a tener más de un hijo.

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