Podemos solitos

Usted está aquí

Podemos solitos

Un mismo espíritu permea todo lo regio. No nos arredramos ante los tiempos difíciles, ni los gobernantes necios, ni mucho menos por las amenazas de mafiosos cobardes.

Ante el gran reto, ver al frente. El futuro nos sopla al oído que “podemos solitos”. Todo encaja. Estamos aislados y repensando nuestra actividad productiva, como personas, como estado y como país.

“Podemos solitos” se acomoda en muchos niveles. Debemos ser lo más autónomos posible. La tendencia globalizadora ha sufrido un golpe apabullante. He visto al Sr. Peter Navarro, representante comercial de Estados Unidos, decir que ellos van a repensar toda su relación económica con China… ¡y el resto del mundo! Tratarán hasta donde se pueda, ser autosuficientes, en productos vitales y estratégicos, como medicinas, equipo protector, acero, aluminio, quizá automóviles, etcétera.

Nuevo León, un estado exportador, deberá anticiparse a este brutal cambio de rumbo. Es un tsunami de mentalidad autosuficiente que se nos vendrá encima. Estamos forzados a ser los innovadores y no los copiones que se meten al final de la cola.

He hablado con el doctor Carlos Scheel, profesor emérito del Tec, experto en complejidad y economía circular. Con su autorización anuncio que crearemos, junto con otros expertos en sistemas, una página en Facebook para empezar a hacer un inventario de talento y rediseñar el Nuevo León del futuro.

Coincide en que debemos saber qué podemos hacer solitos; y qué estrategia seguir para garantizar nuestra viabilidad a largo plazo. Vamos a convocar expertos en energía, agua, infraestructura, telecomunicaciones, transporte, industria, comercio, agricultura, etcétera, para armar un plan de acción. Finanzas y constitución, por supuesto!

Junto con otras personas ya apuntadas, acordamos escuchar a políticos de todos los partidos, balanceados con líderes sindicales y de grupos no gubernamentales. Es un plan ideal, enfocado a hacer posible algo muy ambicioso y sorprendente.

La parte técnica no es lo difícil pero sí opuesta diametralmente a lo que hace YSQ. Lo difícil es armar un amplísimo consenso, y no hay tiempo qué perder. Esta gran ola de cambios mundiales que viene requiere un plan de acciones concretas. Qué gran oportunidad para que el internet desbanque a la burocracia y para tornar productivas las redes sociales.

Pongo un ejemplo. El Presidente de México habló de eliminar el PIB como métrica de la economía nacional. Fue duramente criticado, pero faltó el argumento principal. El PIB es una métrica obsoleta, pero por ahora la única. Claro que se puede eliminar, siempre y cuando adoptamos un sistema de reportes en tiempo real, una transparencia radical, todo dentro de un nuevo esquema de economía circular 4R’s que elimine la contaminación.

Entonces si, adiós PIB… ¡porque tenemos algo mucho mejor! Lo que no se vale es permutar al PIB “porque nos valga madres todo, métanse a mi pozo de la felicidad”.

¿Verdad que a Nuevo León le urge averiguar si podemos solitos? Ya conversaremos con otros estados vecinos. Ya sondearemos al resto del país. Estamos tapando el pozo de Andrés. El Gobierno Federal sigue escarba y escarba en busca de su atesorado pasado. Si fueran modernos cambiarían las palas por buenos consejos.

Seamos realistas. Después de año y medio el saldo es: mañaneras de encono, centralismo y desinformación. Eso de meter al Ejército en funciones de policía es un claro rompimiento con el orden constitucional. Es echarle gasolina a su pozo de ilusiones.

En Nuevo León podemos replantear nuestro orden constitucional, desde un punto de vista técnico de eficacia y eficiencia. Los grillos morenistas ni saben ni lo harán. En cambio, con gente talentosa podremos reclutar apoyo popular. En ese orden hay que hacer las cosas. Así le hicieron los fundadores de los Estados Unidos. En cambio, nuestros ideólogos revolucionarios desnaturalizaron la Ley Suprema. Hoy está tapizada con cientos de parches, ¡más las ocurrencias de Andrés!

Hay que repensar todo. Primero ver hasta dónde podemos llegar, solitos. Querer  saber, para proceder  a hacer.