Los contagios y decesos por COVID-19 en Coahuila aumentaron drásticamente durante este mes (hasta ayer se contabilizaron 178 muertes en lo que va de julio); sin embargo, la reactivación económica continúa y la gente aprovecha para salir a la calle como si la emergencia sanitaria hubiera quedado rebasada.

En recorridos hechos por VANGUARDIA, se pudo observar que los comercios que habían suspendido actividades por orden del Gobierno del Estado ahora ya abrieron sus puertas, siguiendo las instrucciones de las autoridades.

De tal manera es común encontrar ciudadanos en las calles y espacios públicos, así como en comercios y negocios de toda índole en Saltillo.

¿Qué hace la gente que sale a los espacios públicos mientras las autoridades insisten en que debemos permanecer en casa? La respuesta no puede ser una ni mucho menos contundente, pues al mismo tiempo el Subcomité de la Región Sureste autorizó la reanudación de casi el 90 por ciento de las actividades económicas.

El problema radica cuando los ciudadanos no atienden las medidas preventivas para cuidar su salud personal, de su familia y el resto de la comunidad; es decir: no portan cubrebocas o lo usan mal, no mantienen la sana distancia, realizan aglomeraciones.

Estos comportamientos generan espacios de riesgo, de acuerdo con las autoridades sanitarias. 

Ejemplo de lo anterior se pudo constatar en calles con gran afluencia en el Centro Histórico de Saltillo, donde gran número de ciudadanos no usan cubrebocas o lo portan de manera incorrecta (sin cubrir la nariz o lo utilizan como collar o diadema, o lo traen a la altura de la barbilla).

Esto se puede apreciar principalmente en los paraderos de las rutas urbanas, situación que agravó la reducción del 50 por ciento de las unidades en servicio durante la contingencia, provocando tiempos de espera prolongados y saturación de algunas rutas.

AGLOMERACIONES

También en la Plaza de Armas, en la Manuel Acuña y la Nueva Tlaxcala es frecuente encontrar gente reunida en torno a las bancas y espacios aledaños a negocios gastronómicos, gran parte de estos visitantes infringiendo las medidas de precaución ya descritas.

De igual forma ocurre en plazas públicas de la zona centro y en otras colonias (hay que recordar el caso de la Gran Plaza que fue clausurada porque la mayoría de los asistentes no portaba cubrebocas).