Pobreza y falta de empleos vulneran gran sector de la población: obispos

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Pobreza y falta de empleos vulneran gran sector de la población: obispos

Foto: Especial
"En México el 1 por ciento de la población más rica tiene el 21 por ciento de ingreso total, mientras que hay más de 55 millones de pobres, de ellos 11.4 millones en extrema pobreza lo que demuestra la desigualdad y falta de oportunidades en especial a nivel laboral", destacó Fray Luis Javier Rubio Guerrero

Ciudad de México. A pesar de los grandes avances tecnológicos, la problemática de los trabajadores, así como la falta de oportunidades, ponen a un gran sector de la población en vulnerabilidad, señalaron obispos mexicanos y el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc).

"En México el 1 por ciento de la población más rica tiene el 21 por ciento de ingreso total, mientras que hay más de 55 millones de pobres, de ellos 11.4 millones en extrema pobreza lo que demuestra la desigualdad y falta de oportunidades en especial a nivel laboral", destacó Fray Luis Javier Rubio Guerrero, consejero de Imdosoc.

Indicó que el ambiente de corrupción, impunidad y violencia, los bajos salarios, los problemas de seguridad, vivienda, educación, el incremento del desempleo, el empleo precario, la economía informal "con sus graves consecuencias", el sistema de salud, jubilaciones y pensiones inciertas y precariedad; así como "la fuerte desconfianza social sobre los gobernantes, políticos y sindicatos son retos fundamentales para lograr una sociedad justa y en paz".

Agregó que como Iglesia reconocen que esta situación "injusta" no puede continuar, " necesitamos vivir una impostergables renovación en la sociedad, bajo la clave de la esperanza, la amistad cívica y la cultura del encuentro".

En conferencia de prensa con motivo de la conmemoración del 125 aniversario de la publicación de la encíclica Rerum Novarum, sobre la cuestión social, Monseñor Adolfo Miguel Castaño, secretario de la Tercera Zona de la Arquidiócesis de México, manifestó que es urgente tener una economía incluyente y una democracia "verdaderamente participativa que reduzca significativamente la desigualdad social y economía. Como lo ha señalado el Papa Francisco en varias ocasiones que a desigualdad social en la raíz de los males sociales".

La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza, añadió, no puede esperar, de lo contrario "podría llevarnos a nuevas y más profunda crisis".