El papa Francisco aseguró que actualmente diversas amenazas se ciernen sobre la familia, particularmente “ideologías destructoras” promovidas por sociedades que dicen ser “libres, democráticas y soberanas”.

Al encabezar un encuentro con familias en el estadio Víctor Manuel Reyna, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el pontífice precisó que en muchos sectores existe la errada percepción de que la familia es una institución del pasado.

“Hoy en día vemos y vivimos por distintos frentes cómo la familia está siendo debilitada, está siendo cuestionada. Como se cree que es modelo que ya pasó y que no tiene espacio en nuestras sociedades, que bajo la pretensión de modernidad, propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento”.

“Y se van inoculando en nuestras sociedades, que se dicen sociedades libres, democráticas soberanas, se van inoculando colonizaciones ideológicas que la destruyen y terminamos siendo colonias de ideologías destructoras de la familia, del núcleo de la familia que es la base de toda sociedad”, subrayó.

El obispo de Roma admitió que “vivir en familia no siempre es fácil” y en muchas ocasiones es “doloroso y fatigoso”, pero consideró que: “prefiero una familia herida que intenta todos los días conjugar el amor a una sociedad enferma por el encierro y la comodidad del miedo a amar. Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar a una sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort. Prefiero una familia con rostro cansado por la entrega, a rostros maquillados que no han sabido de ternura y compasión”.

Hizo énfasis en que “prefiero a un hombre y a una mujer con el rostro arrugado por las luchas de todos día” y que aún con el paso del tiempo “se siguen queriendo”.

El pontífice recomendó “tener paciencia y amor” y sobre todo practicar el perdón dentro de las familias, porque dijo que siempre habrá problemas dentro de este núcleo. “No existe la familia perfecta, que nunca discute ¡mentira!, es conveniente que de vez en cuando discuta y que vuelen los platos. No le tengan miedo, el único consejo es que no terminen el día sin hacer la paz, porque si terminan el día en guerra van a amanecer en guerra fría, y la guerra fría es peligrosa”, porque –resaltó- socava la fidelidad conyugal.

El  jefe de la Iglesia Católica también resaltó que la “precariedad” y la “escasez, el no tener muchas veces lo mínimo nos puede desesperar, nos puede hacer sentir una angustia fuerte ya que no sabemos cómo hacer para salir adelante y más cuando tenemos hijos a cargo”.

Aseguró que para superar la pobreza y la marginación se deben establecer leyes que garanticen a las familias lo mínimo necesario para tener una vida digna.

Remarcó que “la precariedad no sólo amenaza al estómago, y eso es ya decir mucho, sino que puede amenazar el alma, nos puede desmotivar, sacar fuerza y tentar con caminos o alternativas de aparente solución, pero que al final no solucionan nada. Existe una precariedad que puede ser muy peligrosa, que se nos puede ir colando sin darnos cuenta, es la precariedad que nace de la soledad y el aislamiento siempre es un mal consejero”.

Jorge Mario Bergoglio dijo que con el apoyo de la Guadalupana que “quiso visitar estas tierras” y con su intersección se puede tener la certeza de que “este sueño llamado familia no se pierda por la precariedad y la soledad”.

Aseveró que la Virgen de Guadalupe “está siempre dispuesta a defender nuestras familias, nuestro futuro; está siempre dispuesta a echarle ganas, dándonos a su hijo” y recomendó a los padres dialogar con sus hijos, los cuales en ocasiones se “sienten solos porque no tienen con quien hablar”, porque no tienen una guía paternal adecuada y en ese “desánimo” optan por “malos pasos”.