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Playa Bagdad

Tamaulipas tiene muchas bellezas naturales y una maldición: Playa Bagdad es una de las bellezas y la recordé por estos días de asueto, soleados y calurosos. También las noticias me hicieron recordar la maldición: sus gobiernos estatales. El exgobernador Yarrigton está en una prisión italiana.

A Playa Bagdad la conocí en mis años preparatorianos, y salvo el mar, era un lugar feo. Sin infraestructura turística a pesar de ser el paseo más popular entre los tamaulipecos, en estos días se llena de gente que como hormigas buscan una sombrita, difícilmente la encuentran. Desde Manuel Cavazos Lerma, gobernante tamaulipeco que encauzó la carrera de Yarrigton, el lugar no ofrece mejoría alguna. Para sus gobernantes no importa, es el principal lugar de esparcimiento para miles de habitantes de clase media para abajo. Los gobernantes tienen la Isla del Padre, como alternativa  para sus inversiones (lavado de dinero) y paseos.

A Yarrigton lo conocí en 1991 cuando era diputado federal. Arrogante y fanfarrón, después –gracias a Cavazos Lerma– se convirtió en alcalde de Matamoros y luego Gobernador, faltaba más. Desde su campaña a la gubernatura los periodistas de Tamaulipas y EU lo asociaron con el crimen organizado, hubo denuncias de que su campaña había sido pagada por los cárteles de la droga. Fueron seis años en los que la delincuencia organizada se apoderó de Tamaulipas y continuó bajo el gobierno de Eugenio Hernández Flores. La DEA hizo públicas investigaciones sobre la complicidad de los tres exgobernadores Cavazos, Yarrington y Eugenio con el crimen organizado. Los tamaulipecos sufren aún las consecuencias.

Misterio sin resolver: ¿por qué los ciudadanos del noreste mexicano siguen votando por el PRI? De acuerdo con las encuestas en la actual competencia electoral de Coahuila, el PRI lleva la delantera. Sigue funcionando bien aquello de regalar tinacos, despensas y tortas y comprar votos. Y después a sufrir los muertos

La última y nos vamos

Surgió en Coahuila un nuevo TUCOM, Todos unidos contra los Moreira. En el arranque de campaña todos los candidatos se pusieron de acuerdo por lo menos en la principal promesa.   “Si gano meteré a la cárcel a los corruptos” fue la frase multiplicada en todos los eventos proselitistas. No hay programas de gobierno, por lo menos los principales postulados de las plataformas políticas están ausentes en los discursos. Aún hay tiempo para que aparezcan, así  el voto será más razonado.  
           
La querella infinita 
Mario Valencia Hernández
mvalehe@yahoo.com.mx