Si el reparto de participaciones federales se diera en relación al Producto Interno Bruto (PIB) que genera cada estado sería más justo, porque en la actualidad a Coahuila le devuelven una pequeña parte por cada peso de riqueza que se crea, además que considera más factores, no sólo la pobreza y la población, como actualmente se hace, explicó Antonio Serrano, experto en economía.

VANGUARDIA dio a conocer que indicadores positivos como menos pobreza, alta formalidad laboral y generación de empleo, así como alta aportación al PIB nacional, en lugar de premiarse a la hora de repartir el Presupuesto Federal, castigan a Coahuila, de acuerdo con un análisis realizado por el Consejo Cívico de las Instituciones región Laguna.

El administrador Fiscal General del Estado, Javier Díaz, explicó que en la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales de la Secretaría de Hacienda, ha expuesto la necesidad de que también se tome en cuenta el factor de recaudación propia y eficiencia en el cobro de impuestos, en donde Coahuila es líder nacional.

“Es muy triste que estados con más población y que no recaudan ni una cuarta parte de lo que recauda Coahuila en ingresos propios, en el Presupuesto reciben más del doble que lo que le toca a Coahuila”, dijo Díaz.

De acuerdo con Serrano, el PIB no sólo considera indicadores como la pobreza y la población, sino otros muchos que son de valor económico como el rezago en infraestructura, y todo va encaminado a decir cuál es la riqueza que se genera.

UN PLAN OBSOLETO

Serrano recordó que él participó en la constitución de una parte de la fórmula actual para el reparto del Presupuesto en la década de los 90, pero se hizo pensando en combatir principalmente la marginación social; pero a casi 40 años de distancia, los estados que tenía pobreza y los estados que tenían mayor riqueza, siguen siendo los mismos, por lo cual se puede decir que la fórmula no es la correcta.

Además el Gobierno Federal otorga a entidades del sur un presupuesto más grande, hasta tres veces más de lo que recaudan o el PIB que generan, y todo porque en teoría se busca acabar con la pobreza, pero además les crea programas sociales y les otorga proyectos millonarios, con lo cual resulta inequitativo.

De acuerdo con el Administrador Fiscal General ese presupuesto de 44 mil millones de pesos sólo un porcentaje es manejado por el Gobierno Estatal, porque de ahí se tiene que repartir a los municipios a través de diferentes fondos, además que hay dinero para Coahuila, pero que es administrado directamente por el Gobierno Federal, como el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE).

Lo que llega a administrar el Gobierno Estatal es mucho menor al Presupuesto que supuestamente se envía, porque se contabiliza lo que algunas dependencias como SCT, IMSS, ISSSTE y otras van a ejercer en la entidad, explicó.

En el Ramo 28 de Participaciones Federales se depositan al Gobierno Estatal, pero ahí hay que repartir el 20 por ciento a los 38 municipios, mientras que el Fondo de Fomento Municipal se etiqueta a Coahuila, pero el 100 por ciento es para los municipios, en tanto que otros fondos también tienen porcentajes que se deben repartir entre el Gobierno Estatal y municipios.

La propuesta de Coahuila ha sido que se tome en cuenta la eficiencia recaudatoria de cada entidad, para alentar a tener más recursos propios en cada estado y municipios.

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