MORELIA, MICH.- El Municipio cobrará cuotas a las trabajadoras sexuales que laboran en la capital michoacana, aseguró el secretario del ayuntamiento, Jesús Ávalos Plata, quien dijo que al revisar los ordenamientos jurídicos se observó que esta actividad se puede catalogar como comercio en la vía pública y, lo por tanto, tiene un costo. 

En entrevista, el funcionario municipal dijo que con esto se busca inhibir la prostitución en los diversos puntos en los que se practica en Morelia, para lo cual la Dirección de Mercados realiza un trabajo directo con quienes ejercen este oficio para que no lo hagan en la vía pública. 

“Revisamos los ordenamientos y esto es comercio en la vía pública y tiene un costo. La gente que lo hace cobra por un servicio y el reglamento claramente estipula que esto es comercio”, destacó Ávalos Plata. 

De acuerdo con Quadratín, el exdiputado local dijo que al ayuntamiento le corresponde retirar a estas personas de la vía pública, aunque reconoció que el tema es álgido y también, a la vista de muchos, “no es agradable”, y más por los lugares en los que se han establecido. 

Comentó que por lo pronto se busca invitar al diálogo, brindar oportunidades de empleo a quien ejerce la prostitución y así poder retirar a las personas de las calles. 

Indicó que una cosa es la prostitución y otra cosa es la gente que se dedica a este oficio y, a través del área de Mercados, les hemos pedido se retiren. “Cobran por un servicio, nos vamos a la parte del reglamento y es comercio en vía pública”, reiteró. 

Los sitios donde se ubican los trabajadores sexuales, dijo, son las plazas del Carmen, Carrillo y el lugar conocido como el Triangulito, en la zona Centro de Morelia. 

Esta no es la primera ocasión que se busca regular el sexoservicio en alguna entidad del país. 

En febrero de 2011 el entonces diputado del PT en Tabasco, Andrés Ceballos, presentó una iniciativa para cobrar impuestos, además de uniformes, a quienes realizan esta actividad para que contribuyeran con el gasto público; la propuesta se quedó en la congeladora del Congreso local. 

Además, de acuerdo con archivos históricos, a finales del siglo XIX y principios del XX, en Oaxaca, las dueñas de los burdeles pagaban impuestos a la Tesorería Municipal.