Acompañado por un grupo de médicos, el secretario de Salud de Coahuila, Roberto Bernal,  acudió ayer al Congreso del Estado para dialogar sobre la propuesta para crear una Ley de Cardioprotección, cuyo dictamen iba a ser votado el próximo lunes. Pero diputados locales mostraron “poco corazón”, y los dejaron plantados.

En mayo pasado, el diputado local priista Jaime Bueno presentó la iniciativa para crear, en coordinación con la Secretaría de Salud, el citado ordenamiento que consiste en reglamentar primordialmente la instalación de desfibriladores en lugares de alta afluencia, para disminuir los índices de mortalidad por infarto agudo al miocardio.

Para ello, ayer fue citado el titular de la Secretaría de Salud con el objetivo de exponer los detalles de la propuesta ante los integrantes de la Comisión de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia, así como la de Salud, Medio Ambiente, Recursos Naturales y Agua, en las instalaciones del órgano legislativo. Sin embargo, la reunión no se pudo celebrar por falta de quórum.

Aunque de la Comisión de Gobernación sí asistió la mayoría de sus integrantes, por la de Salud solo estaban presentes dos de los cinco miembros que la componen. 

Eso echó abajo la reunión que fue pospuesta y se podría llevar a cabo hasta el próximo lunes, fecha en que también iniciará el segundo periodo ordinario de sesiones, lo que pone en duda que el dictamen de la Ley de Cardioprotección se vote el mismo día.

De la Comisión de Salud estuvieron presentes los diputados Fernando Izaguirre y Rosa Nilda González, mientras que no asistieron a la cita José Benito Ramírez Rosas —coordinador de la comisión y quien fue sometido a una cirugía ocular—, así como Zulmma Guerrero Cázares y Josefina Garza Barrera.