Por: Eduardo Marín

Google ha presentado su nueva generación de smartphones “hechos en casa”. Se trata de los nuevos Pixel 2 y Pixel 2 XL de los que tanto hemos escuchar en filtraciones durante las últimas semanas, que llegan con tamaños de 5 y 6 pulgadas y acompañados de la última versión de Android.

Como ya se había filtrado, el Pixel 2 cuenta con una pantalla sin casi bordes de 4,97 pulgadas, 1080p y aspecto de 16:9; este modelo es fabricado por HTC (cuya división móvil Google compró). En cuanto al Pixel 2 XL, cuenta con una pantalla (también sin bordes) de 5,99 ulgadas, resolución QHD+ y aspecto de 18:9; este modelo es fabricado por LG.

Ambos terminales tienen cuerpo de aluminio y cuentan resistencia al agua y al polvo (con certificación IP67), procesador Qualcomm Snapdragon 835 y 4GB de memoria RAM. En cuanto a su almacenamiento, estarán disponibles en modelos con 64 GB y 128 GB. Además, se han unido a la moda de descartar el puerto jack de auriculares, además de reemplazar su único puerto por un USB–C.

En cuanto a sus baterías, el Pixel 2 XL cuenta con una gigantesca de 3520 mAh, mientras que el Pixel 2 con una de apenas 2700 mAh. Por último, los nuevos Pixel usarán una E–Sim en lugar de una tarjeta SIM tradicional. Evidentemente, ambos terminales llegan con la última versión del sistema operativo de Google: Android 8.0 Oreo.

Además, los nuevos Pixel cuentan con una función bastante curiosa que le permite al usuario “exprimir” los lados del móvil para activar Google Assistant. Es la misma función que incluye el HTC U11, y está disponible en ambos modelos del Pixel 2. De hecho, durante la presentación Google mencionó que “ambos móviles cuentan con las mismas características, no reservamos las mejores para el modelo más grande”, un mensaje claramente dirigido a Apple.

Como era de esperarse, Assistant es una parte muy importante de los Pixel 2. El asistente virtual de Google puede ser activado exprimiendo el móvil o diciendo la frase “Ok, Google”, como en otros móviles. Los terminales también cuentan con una función de búsqueda de objetos y cosas mediante la cámara, lo que significa que solo hace falta tomar una foto de algo para que Google busque información relacionada.