El fin de semana, Miguel Herrera salió expulsado (nuevamente) luego de una fuerte discusión con Guillermo Almada, técnico del Santos, algo que colmó la paciencia del dueño del América, Emilio Azcárraga.

Luego de la expulsión de César Arturo Ramos, el técnico de las Águials tendrá que ir una vez más a la tribuna para el siguiente partido, justo cuando volvía de tres partidos de suspensión por ofender a los silbantes. 

De acuerdo a Récord, la tarjeta roja debía de ser para Herrera una pesadilla en los partidos restantes, luego de lo acontecido ante Cruz Azul, ya que en una reunión con Azcárraga, este le advirtió que no toleraría más indisciplina de su parte, que su actitud no era negociable y más allá de los resultados, esto sería parte de una evaluación al final del Apertura 2019, por lo que podría estar viviendo su examen final en esta Liguilla el entrenador americanista. 

Azcárraga le pidió no repetir los errores que tuvo en el 2015, cuando era técnico de la Selección Mexicana y agredió al comunicador, Cristian Martinoli. 

Santiago Baños, presidente deportivo del América, tendrá que poner a evaluación el puesto que desempeña el "Piojo", ya ue le aconsejó que no debería tener más confrontaciones con los árbitros. 

Miguel Herrera advirtió que no cambiaría su manera de ser,  sin embargo sus actitudes lo alejan más del banquillo de las Águilas.