“Las iglesias establecidas en Acuña se han mostrado apáticas a contribuir con los programas gubernamentales que están dirigidos a jóvenes con el fin de desalentar el suicidio ya que no quieren ni siquiera pegar mensajes en sus fachadas”, afirmo el director de asuntos religiosos en Acuña, Samuel Carrillo González.

Lamento que los representantes de las organizaciones religiosas no quieran disponer de un número telefónico las 24 horas, ya sea propio o de alguno de sus miembros, para atender los posibles casos de jóvenes que requieran ayuda.

“Lo que pedimos es que cada iglesia coloque en la parte externa una lona en donde se dé a conocer el teléfono de algún pastor o de algún miembro que esté disponible por si alguna persona trae algún problema o siente el deseo de suicidarse, se atienda, pero desafortunadamente solo a este llamado respondieron siete iglesias”, explico.

Dijo que la negativa es tal que aun y cuando el municipio proporciona la lona, las iglesias no quieren trabajar de manera conjunta, por lo que si algún joven presenta complicaciones este debe ser canalizado a donde corresponda y se percibe que los pastores no quieren ninguna responsabilidad al respecto.

Lamento que de 300 organizaciones registradas que, según su misión es proporcionar paz interior al ser humano, se nieguen a atender el tema del suicidio entre la juventud y solo siete hayan alzado la mano.