Piden obispos a maestros no dejar a niños sin clases

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Piden obispos a maestros no dejar a niños sin clases

Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)
EL CEM considera que la Reforma educativa tiene aspectos positivos y otros que pueden mejorarse
Las luchas sindicales y gremiales deben encontrar caminos mucho más creativos y propositivos. Dejar a un niño sin clases es un gran contrasentido”
Comunicado del CEM

CIUDAD DE MÉXICO.- Los más de 100 obispos del país integrados en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) consideraron que “dejar a un niño sin clases es un contrasentido”, por lo que llamaron a los maestros a reforzar la misión de la escuela y defender el ejercicio de su vocación ante cualquier otro valor o interés.

Al fijar su postura sobre la Reforma educativa, los obispos consideraron que ésta tiene “aspectos positivos y otros que pueden mejorarse”, en un marco en el que “es fundamental que coadyuvemos para que todos tengan mejores condiciones de trabajo.

“Llamamos a todos los docentes para que defiendan el ejercicio de su vocación, ante cualquier otro valor o interés. Las luchas sindicales y gremiales deben encontrar caminos mucho más creativos y propositivos. Dejar a un niño sin clases es un gran contrasentido. Es urgente utilizar la pedagogía de la compasión, que parte de la comprensión y promoción del otro para resolver conflictos o adversidades”, aseguran.

En un mensaje firmado por su presidente, Francisco Robles Ortega; su secretario general, Alfonso Miranda, y por el responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa, Alberto Suárez Inda, el Episcopado destacó la importancia del nuevo modelo educativo que hoy se dará a conocer y señaló como necesario escuchar y analizar los cambios que se requieran para que la reforma sea más integral y justa para todos.

La CEM insistió que aún está pendiente “el trasfondo del modelo educativo”, aunque reconoce que la propuesta legislativa aprobada en el Congreso “es un primer paso en el largo camino que debemos recorrer”.

Los obispos consideraron urgente reforzar “la misión de la escuela”, la cual se trata de una comunidad conformada por directivos, maestros, padres de familia y estudiantes, por lo que “sólo con la aportación virtuosa de todos puede darse a cada comunidad educativa un impulso vivificante”, advirtieron.