Piden nicaragüenses en Saltillo cese la represión en su país

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Piden nicaragüenses en Saltillo cese la represión en su país

Foto: Vanguardia/Marco Medina
Una protesta pacífica realizaron ciudadanos nicaragüenses radicados en Saltillo, exigen un alto a la represión en su país; afirman van 300 muertos

Ciudadanos nicaragüenses radicados en Saltillo salieron a las calles del Centro Histórico para unirse a la “Vigilia mundial en honor a las víctimas de Nicaragua”, evento convocado hace semanas por el Movimiento Universitario 19 de Abril, a través de redes sociales.

Mientras se experimentaba un ambiente de expectativa por el proceso electoral mexicano, los pinoleros establecidos en la capital de Coahuila se unieron a las protestas pacíficas en contra de la situación de represión, violencia y violación de derechos humanos que se vive a manos del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Fue así que la diáspora nicaragüense, encabezada por Omar Duarte, comenzó su acto de manifestación con el canto del himno de su país, para posteriormente exponer que la pareja presidencial ha mantenido el control sobre todas las instituciones del Estado.

“La población civil no ha tenido ningún arma, sus únicas armas han sido las banderas de Nicaragua y las barricadas para evitar que los maten, y aun así llevan 300 muertos, pero de parte del pueblo no ha habido ningún arma con que responderles. Ha sido una protesta totalmente pacífica”, comentó una mujer nicaragüense. 

Por su parte, otra ciudadana expresó: “Sepan que los que estamos afuera, estamos solidarios sufriendo igual. No están solos, desde lejos vemos las noticias y que nos duele lo que pasa. Todos unidos tendremos una Nicaragua en paz y solidaria”, dijo.

Mientras que un mexicano realizó un llamado a la Organización de las Naciones Unidas para accionarse, teniendo en cuenta que no se debe seguir reprimiendo al pueblo de Nicaragua: “México está con ustedes, México quiere que ustedes salgan adelante”, añadió. 

Finalmente, se dedicó un minuto de silencio y el pase de lista a las víctimas, las cuales han aumentado debido a la orden gubernamental de no atender protestantes en los centros hospitalarios y la persecución de los médicos voluntarios.