Ing. Manolo Jiménez Salinas, alcalde de Saltillo,
Comisión de Derechos Humanos,
Periódico VANGUARDIA,
Presente

Los que firmamos al final de esta carta somos un grupo de colonos del fraccionamiento Parques de la Cañada. Recurrimos a usted buscando apoyo, después de haber recurrido a la vigilancia del fraccionamiento, a la Policía Ambiental y a la Municipal en repetidas ocasiones, sin haber obtenido respuesta de alguna de esas instancias, por esto nos permitimos solicitarle a usted en forma directa su apoyo.

Durante varios meses, la casa ubicada en la calle Paseo de las Palmas 3380, esquina con Paseo de las Verónicas, se ha convertido en un antro donde se realizan fiestas todos los fines de semana, causando un serio atropello a los vecinos que estamos cerca y que nos vemos afectados con la música que ponen muy fuerte desde las 07:30. En el transcurso de la fiesta escuchamos gritos horribles de mujeres y algunas veces salen personas ebrias de esa casa haciendo gritería y escándalo. Los carros de los que asisten a ese antro se estacionan muchas veces frente a nuestras casas, y en las mañanas amanecen botellas de cerveza, licor y otros desperdicios en las cunetas.

Somos propietarios de nuestras viviendas, familias tranquilas y trabajadoras que hemos vivido en este fraccionamiento durante muchos años. Algunos tenemos hijos pequeños o adolescentes, otros somos personas mayores de la tercera edad, pagamos puntualmente nuestras contribuciones y tenemos derecho a exigir vivir en paz y vivir en un entorno tranquilo y seguro. Nos sentimos moy molestos porque se permite la instalación de un antro o local de fiestas que se renta sin consideración alguna a los vecinos que estamos siendo afectados.

Llamamos en repetidas ocasiones a la Policía Ambiental pero no ha atendido nuestras llamadas de auxilio, les llaman y le bajan a la música unos 10 minutos para luego volver a subir el volumen. La mayoría de las veces la Policía Ambiental toma una de nuestras llamadas y posteriormente cuando llaman otros vecinos, ya no contestan.

Los últimos propietarios conocidos fue una familia que tuvo problemas con la ley, ya que en varias ocasiones llegaron los soldados atendiendo quejas de algunos vecinos, y finalmente llegaron una madrugada los marinos, quienes sacaron a la familia violentamente y se llevaron a algunos miembros de ellos.

Después de eso la casa se ha usado como cantina, ya que hasta instalaron una barra en la cochera, luego cerraron y poco tiempo después aparece como antro de fin de semana y en algunas ocasiones, entre semana también hay fiestas ruidosas.

En una ocasión hubo más de 350 personas, mayormente jóvenes, que tuvieron un alto consumo de alcohol y además de la música ruidosa entraron en grupos a otros sectores de la colonia, golpearon a una jovencita, tiraron basura por toda la colonia y un grupo de esos jóvenes se peleó con otro grupo a pedradas, poniendo en riesgo a los vecinos, los vehículos y las casas y nadie estuvo para poner orden. Cuando golpearon a la joven sí entró una patrulla, pero ¿es necesario que haya heridos o lastimados para que la autoridad participe y ponga orden?

Por lo anteriormente expresado, ingeniero Jiménez, acudimos a usted como autoridad máxima en Saltillo, pidiéndole nos ayude a clausurar este antro de manera definitiva y exigir que ya no se permita este tipo de actividades en un vecindario familiar, sobre todo en un fraccionamiento cerrado como es Parques de la Cañada.

En caso necesario podrán entrevistarnos personalmente para tener más detalles y/o para reafirmar nuestra queja. Nuestros nombres no aparecen por miedo a las represalias por el tipo de personas relacionadas con la propiedad de la casa.
Confiando en su apoyo, nos despedimos atentamente.

Grupo de vecinos afectados.

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