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Pide el Papa analizar sobre mujeres ‘diaconisas’
ROMA.- El papa Francisco ordenó ayer el estudio del papel que tenían en la Iglesia primitiva las diaconisas, una figura que desapareció con el paso del tiempo.
Tras “una intensa oración y madura reflexión”, el Papa decidió crear una comisión, presidida por el obispo español, Luis Francisco Ladarria Ferrer, anunció la Santa Seda.
La comisión estará compuesta por 12 miembros, la mitad mujeres, y todos ellos religiosos y estudiosos como el docente de la Universidad Pontificia de Comillas, Santiago Madrigal.
El Papa ya había apuntado la posibilidad de crear esta comisión el 12 de mayo, cuando fue interpelado al respecto por una religiosa durante la Asamblea la Unión Internacional de las Superioras Generales en el Vaticano: “Es una posibilidad a día de hoy”, reconoció.
El diaconado es el grado de consagración anterior al del sacerdocio y, previa ordenación, otorga la potestad de administrar algunos sacramentos como el Bautismo y el Matrimonio, una función de la que hoy están excluidas las mujeres en la Iglesia.
Según el Concilio Vaticano II (1962-1965), las funciones litúrgicas y pastorales del diácono son la de “administrar solemnemente el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos y leer la Sagrada Escritura a los fieles”.
También cuenta con el poder de “instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oración de los fieles, administrar los sacramentales y presidir el rito de funerales y sepultura”.
El apóstol Pablo, en sus epístolas, narraba que en los primeros años de la Iglesia, tanto la occidental como la oriental, existían las diaconisas, aunque su función real no está del todo clara.
Francisco, en el viaje de regreso de Armenia el 26 de junio, recordó haber abordado esta cuestión con un profesor sirio que consideraba que las diaconisas ayudaban en la aplicación de los ritos a las mujeres, como el bautismo por inmersión.
El Papa ha pedido que no se conjeture sobre una posible ordenación de las mujeres, donde su ámbito de actuación se limita hoy a las órdenes religiosas o algunas formas de laicado.
“La mujer piensa de modo distinto a nosotros y no se puede tomar una decisión sin escuchar a las mujeres”, destacó.