Philip Rivers es uno de los pocos jugadores de la NFL que puede lidiar con la crítica. Puede manejarla, incluso le gusta saber lo que piensa la afición de su desempeño y suele tomar los señalamientos con calma.

Pero el año pasado hubo muchas críticas en su contra, cuando Chargers se encontraba a la deriva.

Seleccionados como posibles contendientes de playoffs después de estar 12-4 en 2018, San Diego tropezó con un 5-11 cuando Rivers titubeó, lanzando solo 23 touchdowns contra 20 intercepciones, el tercero en la NFL. Rivers cumplió 38 años en diciembre pasado, y por primera vez en mucho tiempo, algunas de las conversaciones que estaba escuchando comenzaron a molestarlo.

“A veces, creo que lo que me agravó un poco el año pasado fue (la idea) de que ya no podía jugar más”, dijo Rivers. “Cuando escuchas eso, molesta, porque quería decir: ‘Veamos la cinta de toda las jugadas y hagámos una evaluación’”.

Los Potros vieron la cinta y llegaron a la misma conclusión que Rivers.

El entrenador de los Colts, Frank Reich, el coordinador ofensivo Nick Sirianni y el entrenador de mariscales de campo Marcus Brady, junto con el gerente general Chris Ballard, observaron cada lanzamiento que Rivers hizo en las últimas dos temporadas.

Si alguien pudiera decir si la habilidad de Rivers se estaba agotando, serían Reich y Sirianni. Especialmente Sirianni, que pasó cinco temporadas en el sur de California con Rivers.

“Han pasado dos años desde que estuve allí y cuando estoy viendo su cinta, no vi ninguna caída en su juego”, dijo Sirianni. “Se podría argumentar que 2018 podría haber sido la mejor temporada que ha tenido”.

Rivers completó el 68.3% de sus pases, promedió 8.5 yardas por intento, lanzó 32 touchdowns y solo lanzó 12 intercepciones en 2018.

Pero los Colts no pusieron todo su énfasis en 2018 e ignoraron lo que sucedió en el 2019. Con su equipo derrumbándose a su alrededor, Rivers hizo lo que siempre ha hecho.

Intentó traer de vuelta a los Chargers.

“Regresamos y vimos cada intercepción”, dijo Brady. “Muchos de ellos llegaron en situaciones desesperadas. Estaba empujando la pelota campo abajo, forzando algunos lanzamientos, porque tenía que hacerlo. ¿Hay algunos lanzamientos allí que probablemente no debería haber hecho? Si”.

Rivers lo sabe. Sabe mejor que nadie que ha tenido problemas esporádicos con pérdidas de balón a lo largo de su carrera, lideró la liga en intercepciones dos veces y lanzó 20 selecciones en una temporada tres veces, ha dicho desde que aceptó un contrato de un año y 25 millones de dólares en Indianápolis que no lo hizo. No tome las mejores decisiones en 2019, incluso cuando los Chargers no estaban jugando desde atrás.

“Sí, hubo algunas malas jugadas el año pasado”, dijo Rivers. “Ciertamente hubo tiros que quiero recuperar, y ciertamente algunos errores muy costosos. Reconozco todo eso”.

Sin embargo, la idea de que a Rivers no le queda un buen futbol, ​​esa es la parte que no está comprando.

“Tuve algunos lanzamientos el año pasado que probablemente fueron tan buenos como los que he tenido en toda mi carrera”, dijo Rivers. “No sentí que tenía que vender eso a nadie. Al mismo tiempo, me agravó un poco (a mí)”.

Hubo un lanzamiento en particular que llamó la atención de los Colts, una bomba perfectamente colocada para Mike Williams en una victoria sobre Jacksonville. Rivers no pudo dar un paso completo en el tiro; él estaba a unas pocas yardas en el débil de la línea de 50 yardas.

Lo logró perfectamente, golpeando a Williams con calma en una buena cobertura para un touchdown.

Rivers siente que todavía le quedan lanzamientos como ese. Aunque restó importancia a la idea de que regresó únicamente para perseguir un anillo de Super Bowl que no ha logrado o para demostrarle algo a sus detractores, no habría firmado en Indianápolis si no creyera que podría acercarse a su forma de 2018.

“No siento que tenga nada que demostrar”, dijo Rivers. “Pero estoy emocionado. Sin embargo, busco tener una mejor temporada, jugar mejor, ayudar a este equipo a ganar un montón de juegos”.

Si lo hace, no habrá mucho que agravar al nuevo quarterback de los Colts.