Personas ya no dedican mensajes a sus difuntos; epitafios en declive

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Personas ya no dedican mensajes a sus difuntos; epitafios en declive

Ya no se usan. Foto: Omar Saucedo
En la actualidad, en las tumbas se usa el nombre de la persona muerta y las fechas de nacimiento y fallecimiento

Saltillo.- Cuando perdemos a un ser querido, lo que buscamos siempre es que, de una u otra forma, su recuerdo quede grabado en la memoria de sus descendientes, aunque en muchas ocasiones, prefieren que este recuerdo quede grabado también en su tumba. 

A mediados del siglo XIX comenzaron a utilizarse en México mensajes o epitafios en las tumbas, aunque hay documentos que señalan que éstos pudieron haberse incrustado desde años atrás, según señala Victoria Valdés. 

La autora del libro “Itinerario de los muertos en el siglo XIX mexicano”, explica que los epitafios son testimonios que el mismo difunto daba de sí mismos a través de un mensaje, con los que los familiares lo recuerdan. 

El epitafio podía ser escrito por la persona fallecida previo a su muerte. No obstante, la mayoría de las inscripciones, comenta Valdés, eran puestas por los familiares que, quien firmaba, adquiría  igual o mayor importancia que el difunto, pues en el mensaje grabado en la tumba expresaba su sentir debido a la pérdida de su ser querido. 

Mensajes. Ahora, en las tumbas sólo se pone el nombre de la persona muerta, y las fechas en que nació y murió. Foto: Omar Saucedo

El libro de Valdés, que se encuentra en el Archivo Municipal de Saltillo, resalta que durante la segunda mitad del siglo XIX, en ciertos panteones los epitafios fueron objeto de censura por estar escritos en lengua vulgar y sin apego a las normas. 

Al exponerse a la vista del púbico estos mensajes “vulgares”, se ponía en entredicho el nivel cultural de los mexicanos. Sin embargo, este tipo de mensajes siguieron grabándose en las tumbas de los difuntos. 

Conforme pasó el tiempo, el tamaño de las tumbas se amplió y con ello la costumbre de incluir largas composiciones en la fosa fue decayendo, según señala Victoria Valdés. 

Fosas. En el Panteón Santiago hay decenas de bellos mausoleos que con el paso del tiempo dejaron de elaborarse. Foto: Omar Saucedo

Aunque este tipo de inscripciones no desapareció del todo, ahora quedó solamente la inscripción del nombre, acompañado de las fechas de nacimiento y de la muerte de la persona. 

En los panteones más antiguos de Saltillo: Santiago y San Esteban, todavía se pueden apreciar algunos epitafios, aunque son muy pocos pues los años han ido borrando algunos. 

PANTEÓN SAN ESTEBAN

“Que la fe y la oración me salven, señor”, tumba de la Familia Reyes. No se señala una fecha en específico. 

“Aquí yacen los restos del demócrata y valiente paladín. Gral. Gertrudis G. Sánchez”, del año 1915. 

Ostentosas. Actualmente, las tumbas más lujosas se encuentran en el panteón Jardines del Santo Cristo. Foto: Omar Saucedo

PANTEÓN SANTIAGO

La mayoría de los epitafios que se encontraron en este cementerio, corresponden a mensajes que son escritos por algún familiar del difunto, además, están asociados con la religión. 

“Dios le llamó a su presencia, necesitaba un buen hombre como tú, sabemos que nos cuidas siempre y que sigues llenando de luz nuestras vidas”, tumba de José A. Velázquez Dávila. 

“En este lugar tan especial descansa en paz, amado esposo y padre ejemplar”, tumba de José Antonio Cortés Salas. 

Dios le llamó a su presencia, necesitaba un buen hombre como tú, sabemos que nos cuidas siempre y que sigues llenando de luz nuestras vidas”
Tumba de José A. Velázquez Dávila

PANTEÓN SANTO CRISTO

En este panteón, los mensajes dedicados por algún familiar al difunto son muy escasos. 

“Me hubiera gustado burlar el destino y que te quedaras conmigo para siempre, escondida en un rincón profundo de mi alma”, tumba de Rosa María. 

TUMBAS OSTENTOSAS 

Aunque en los panteones San Esteban y Santiago aún se pueden apreciar tumbas que, en años remotos, eran de las más lujosas por tratarse de familias acomodadas, éstas lucen algo descuidadas. 

Sin embargo, en la época contemporánea, algunas de las tumbas más lujosas se encuentran en el panteón Jardines del Santo Cristo, que tiene alrededor de 50 años de antigüedad, y donde se han sepultado a los empresarios y políticos importantes de la capital coahuilense y de la entidad. 

Me hubiera gustado burlar el destino y que te quedaras conmigo para siempre, escondida en un rincón profundo de mi alma”.
Tumba de Rosa María

La mayoría de las tumbas que se encuentran en este cementerio son hechas con mármol negro, gris, rojo o blanco; también hay una gran variedad de sepulturas construidas con granito natural importado desde otros países, según comentó una de las trabajadoras del panteón. 

Además, casi todas cuentan con un espacio sumamente amplio, que tiene jardín o bancas para que los visitantes puedan sentarse. 

TOP 5 DE LAS TUMBAS MÁS LUJOSAS 

VANGUARDIA realizó una lista de las cinco tumbas más ostentosas que se encuentran en el Panteón Santo Cristo: 

> 1.- Familia López del Bosque 
> 2.- Tumba de la señora Rosa María 
> 3.- Familia Valdés Herrera 
> 4.- Familia Farías 
> 5.- Familia Zertuche García