Personas y animales ante las inclemencias del clima

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Personas y animales ante las inclemencias del clima

Antropocentrismo: “Doctrina filosófica que concibe al ser humano y sus intereses como el centro del universo. Bajo su concepción, el resto de los seres vivos quedan supeditados a los intereses, necesidades y bienestar de los seres humanos”.

El pasado lunes por la mañana nos quedamos sin electricidad en Saltillo, de inmediato y por diversos medios, aprovechando que el internet iba y venía, usuarios comentaron lo difícil que era esta situación, las consecuencias que traería etcétera. Felizmente regresamos a la “normalidad” unos en menos tiempo que otros, pero al fin salimos de ese problema.

Ahora hagamos un ejercicio: imagínense no tener electricidad nunca, agua y comida de vez en cuando y que llegue este frente frío y no tener donde guarecernos, vivamos sin techo casi sin ropa y que además muchos tengan que trabajar en esas condiciones, ¿qué pasaría?, ¿cómo se sentirían? De acuerdo con las reacciones que me tocó vivir en estas pocas horas de la mañana, estaríamos en la puerta de una nueva Revolución Mexicana.

Pero esas pocas horas que nos tocó vivir en esa mañana son el diario cotidiano de muchos animales que viven en esas condiciones y peores. Diariamente leo reportes, especialmente cuando hay temperaturas extremas sea de calor o de frío, en los cuales se denuncia la situación de muchos perritos (mascotas en general) y en nuestro estado, de caballos también sufriendo las inclemencias del clima sin ningún tipo de resguardo ni cuidado y más allá de los grupos en los cuales estamos los rescatistas y quienes amamos y ayudamos a los animales, esta situación pasa inadvertida.

Igualmente vemos los avisos en los medios, tanto de parte del Gobierno como de diversas instituciones, llamando a la ciudadanía a tener cuidado por el frente frío, tomar precauciones, etcétera, pero no veo ningún llamado para cuidar de las inclemencias del clima a nuestras mascotas y animales en general.

Hace días leía consternada el reporte de un perrito que fue bañado en ácido y que lo tenían desde hace diez días en el techo y sin atención. ¿Cómo esa “familia” puede hacer una vida normal, tal vez con niños en casa, teniendo un inocente ser vivo, un animal no humano en esas condiciones?

¿Qué nos está pasando como sociedad? Más allá de la pérdida de los valores, el fondo del problema, la causa de todo este maltrato e indiferencia hacia los animales no humanos nace de eso, del antropocentrismo.

Una doctrina filosófica que se gesta cuando el hombre deja de adjudicarle la mayoría de los fenómenos a la existencia de un ser divino y descubre la ciencia, dando paso a otra figura dominante: el ser humano, sin embargo se ha caído en el exceso,  al subestimar las demás especies y a la tierra. Bajo ese régimen se han creado normas, posturas políticas, corrientes ideológicas que destruyen el lugar donde vivimos y que nos hace insensibles ante el sufrimiento de los demás animales no humanos, porque sí, son capaces de sentir dolor y alegría, no seamos soberbios, no somos el centro del universo.

Ni en nuestra Constitución ni en ningún estatuto están considerados los animales no humanos como seres sintientes, sólo se habla del derecho de las personas. Tenemos una Ley de Protección y Trato Digno para los Animales en Coahuila pero que no le interesa a nadie aplicarla, no es prioridad.

¿Por qué la importancia de aplicar la Ley y hacer algunas modificaciones, como la de declarar a los animales no humanos como seres sintientes?

Por la sencilla razón de que los cambios se inician así, no se puede cambiar de un día para otro la mentalidad de las personas enraizada por generaciones, pero sí con la Ley, no solo cambiarla sino aplicarla y hacerla respetar.

Para los romanos por ejemplo, los esclavos no eran considerados personas por lo tanto no tenían ningún derecho pero si su amo decidía concederle su libertad mediante un documento se convertía de inmediato en persona con todos los derechos que implica serlo y así ha sucedido en todos los tiempos, hasta eliminado el esclavismo.

¿Los animales son esclavos? Tal vez no de nombre pero el trato que le da una mayoría es el mismo. Pasea por tu colonia y verás que cada tres casas en promedio hay un perrito en el patio y conforme baja el estrato social los van subiendo al techo. Están haciendo un trabajo de guardián pero no tienen derecho ni siquiera a las necesidades básicas: agua, comida, techo y si vamos más allá los veremos esclavizados en talleres, terrenos, muchas veces abandonados como muebles viejos, dejándolos morir sin  ninguna atención veterinaria.

El que los animales no demuestren el dolor gritando como una persona no significa que no sientan, reitero: son seres sintientes.

Lo que propongo para los animales no humanos no es que tengan los mismos derechos que una persona, porque entendemos que hay diferencias, sería como pedir el derecho de abortar de un hombre, porque hay cosas que por naturaleza nos diferencia. Pero si tienen el derecho elemental a su bienestar y seguridad que deben ser proporcionados por la “persona responsable o patrón”, como indica la Ley que ya existe, y que está casi completa, que haya una tenencia responsable y se aplique sanciones a los que no cumplen.

 Judith Espadin Narvasta @judithespadin

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