Permacultura

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Permacultura

La permacultura es un método de diseño que busca crear asentamientos sostenibles, en términos ambientales, sociales y económicos. Es un sistema creado a finales de los setenta por Mollison y Holmgren en Australia.  Originalmente se refería a la agricultura permanente, pero se amplió para significar también cultura permanente, para integrar los aspectos sociales como parte fundamental de un sistema verdaderamente sostenible.

La filosofía de este sistema se basa en trabajar con la Naturaleza, no contra ella. Partiendo de entender a las plantas y a los animales en su plenitud, aprender de sus funciones de forma integral y aplicar la misma lógica a los sistemas social, político y económico. 

En el diseño de estos sistemas se aplican ideas y conceptos integradores de la teoría de sistemas, biocibernética y ecología profunda. La atención no sólo se dirige hacia los componentes individuales si no hacia las relaciones entre los elementos y su uso óptimo para la creación de sistemas productivos. El proceso de diseño permacultural integra de manera óptima las necesidades ecológicas, economómicas y sociales del sistema, de tal forma que en el largo plazo se pueda autoregular o mantener un equilibrio dinámico. 

Gráficamente se utiliza una flor para representar la filosofía de la permacultura, en el centro están los principios éticos del diseño: Cuidar a la tierra, cuidar a las personas, Repartir de forma justa.

En el contorno, 12 pétalos nos guían sobre los ámbitos que debemos considerar y adaptar: 

1. Observar e interactuar. Al conectarse con la naturaleza, se pueden diseñar soluciones, observando el sistema complejo de interrelaciones y equilibrio. 

2. Captar y almacenar energía. La principal fuente de energía actual proviene de fuentes no renovables, es necesario idear modos inteligentes, sustentables y renovables. 

3. Obtener un rendimiento. Los sistemas que diseñemos deben producir frutos que garanticen la supervivencia de la comunidad aunque sin comprometer el futuro. 

4. Aplicar la autorregulación y aceptar la retroalimentación. Comprendiendo cómo funcionan las retroalimentaciones en la naturaleza, tanto negativas como positivas, se pueden diseñar sistemas que sean autorregulados.

5. Usar y valorar los servicios y recursos naturales. Hacer el mejor uso posible de la abundancia natural para reducir el consumismo y dependencia hacia los recursos no renovables.

6. Dejar de producir residuos. Valorar cada recurso disponible y utilizarlo adecuadamente dentro de los ciclos naturales, el concepto de residuo deja de considerarse basura y se reintegra la proceso productivo 

7. Diseñar desde los patrones hacia los detalles. Observando la naturaleza y la sociedad desde una perspectiva más amplia para diseñar siguendo esa lógica. 

8. Integrar más que segregar. Las conexiones entre los elementos son más importantes que los elementos mismos. 

9. Usar soluciones lentas y pequeñas. Los sistemas lentos y pequeños son más fáciles de mantener que los grandes y rápidos, ya que hacen un mejor uso de los recursos locales y producen resultados duraderos.

10. Usar y valorar la diversidad. La diversidad reduce la vulnerabilidad a las posibles amenazas y genera beneficios al entorno único en el que reside.

11. Usar los bordes y valorar lo marginal. Ahí se encuentra el mayor dinamismo y riqueza dentro de la naturaleza. Las interfaces entre tierra, agua y aire permiten intercambios constantes que facilitan la creación de condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida.

12. Usar y responder creativamente al cambio. Se puede obtener un impacto positivo sobre los cambios inevitables o sobre una visión de futuro observando con atención e interviniendo en el momento oportuno.

Al asegurarnos que todos los productos y excedentes están dirigidos hacia los objetivos anteriores, podemos empezar a construir una cultura verdaderamente sostenible y permanente. Una visión interesante que se ha aplicado principalmente en el diseño de vivienda, paisajismo que valdría la pena estudiar con mayor detalle para aplicar los principios en el diseño de las ciudades, principalmente en la construcción de fraccionamientos urbanos, esos que se diseñan cerrados y fragmentan la cohesión social y natural. 

RECONEXIÓN NATURAL
Gabriela De Valle