Incidencia: influencia de determinada cosa en un asunto o efecto que causa en él.

¿Por qué grandes investigaciones periodísticas en México no han quebrado la cadena de corrupción? Ejemplos hay, como la investigación de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto o La Estafa Maestra, investigaciones que han obtenido premios internacionales, pero que no terminaron por romper el hilo de la corrupción.

Cierto, en México el sistema de justicia no es confiable, tiene infinidad de fallas y está envuelto en un marasmo de intereses. Cierto, la impunidad es el principal combustible para que se sigan cometiendo actos ilícitos como desvíos de recursos, conflictos de intereses, cohechos, entre otros delitos.

Pero también es momento de hablar de la sociedad y su vínculo con el periodismo. Estoy convencido que el presente y futuro de éste depende en gran medida del interés que tenga una sociedad por los asuntos públicos. De nada sirve que se publique una gran investigación si no hay interés por parte de la gente, de los ciudadanos.

Hay un concepto en el periodismo que se debe ir moldeando, y es el hecho que todavía se piense que el trabajo del periodista termina cuando publica su información, sus investigaciones. “No somos jueces, no nos toca hacer detenciones, no nos toca encarcelar”, son algunos de los comentarios que normalmente se dicen.

Eso debe terminar. A cualquier periodista o comunicador le interesa que sus publicaciones tengan un impacto, que trasciendan. Que si se denuncia un enriquecimiento inexplicable de un funcionario, sea separado del cargo; que si se usó el aparato de gobierno para beneficiar a un familiar, se exhiba el delito y la responsabilidad que amerita ese acto, que si se publica información sobre un desvío de recursos, se atienda y se llegue al proceso judicial del caso.

En ese sentido, periodismo y sociedad tienen que estar de la mano. En Sinaloa existe “Iniciativa Sinaloa”, un proyecto del llamado “periodismo de incidencia”, donde “se genera información útil para incidir en la mejor de la calidad democrática de la comunidad, mediante investigación profesional, imparcial e independiente”, reza la misión de la iniciativa en su página de internet.

El desafío del periodismo de incidencia es consolidar un rol social, es decir, avanzar –incidir– en un objetivo de políticas públicas que influyan en la agenda pública, aumentar la visibilidad de un acto corrupto, de un delito; de la mano de la sociedad, de organismos civiles y asociaciones.

Es convertir a los organismos civiles en fuentes de información; es que los organismos civiles se apropien de una lógica periodística. Es crear una red que defienda los valores de la honestidad, rendición de cuentas, transparencia.

¿Cuántos organismos civiles existen en Coahuila? El estado –sobre todo la región Laguna– cuenta con la mayor cantidad de organismos y asociaciones civiles. ¿Qué hacen de la mano de los periodistas para incidir en la ruptura de la cadena de corrupción e impunidad? ¿Qué hacen de la mano para incidir en políticas públicas? En Sinaloa lo están haciendo. ¿Y en Coahuila?

La “Iniciativa Sinaloa”, por ejemplo, logró disminuir el precio de las copias que se entregan por transparencia, lograron modificar la ley de obras públicas con visión anticorrupción, influyeron en la selección de comisionados de acceso a la información pública, entre otras.

La fórmula de la iniciativa es sencilla: el periodista crea una investigación, lo publica y la sociedad civil acompaña en la conclusión del proceso con una denuncia que busca trascender en una sanción o cambio de ley. Entre más conexión, más éxito de incidencia.

Imagínese que, por ejemplo, un colegio de arquitectos trabaje de la mano con periodistas para denunciar cambios irregulares de uso de suelos y que a su vez eso incida en nuevas legislaciones. Imagínese que, por ejemplo, una asociación de mujeres trabaje de la mano con periodistas para documentar y denunciar la mala integración de carpetas de feminicidios.

¿Quién se apunta?

AL TIRO

La información es un bien público. En periodismo existe la responsabilidad y función social de educar. Es necesario educar y fomentar la necesidad de apropiarse de la información. El saber, el tener información, es la materia prima que detona la participación, que detona la activación de una sociedad. Informar y saber es democratizar. Es necesario que la sociedad participe en ese bien público que es la información.