Pensamientos Suicidas (Apartado 500)
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Pensamientos Suicidas (Apartado 500)
Sinceramente, estoy harta de ser yo... No soy lo suficientemente guapa, ni delgada, ni lista, ni nada. No soy lo suficientemente buena para nada y estoy harta de que no paren de recordármelo y repetirlo.
Duelen las palabras... Vas caminando por los pasillos y ves cómo la gente te mira y se ríe, te llaman fea sin ninguna razón ¿porqué lo hacen?
El chico que te gusta piensa que eres fea. De vez en cuando se lo dice a tus amigas para recordártelo. Nada extraño. Lo sabes. Fea.
En cambio, en casa se puede decir que lo paso mucho peor. Nunca, nunca sacaré las suficientes buenas calificaciones para que ellos estén contentos.
Estoy harta de que todo el mundo diga lo que tengo que hacer y me hagan daño. Ya no puedo recordar cómo es ver bien, porque las lágrimas me empañan la vista. Duele.
Quiero morirme. A lo mejor, así, le importo a alguien...
Pensamientos Suicidas
Estimada Pensamientos Suicidas
Debo decirte algo que es esencial, te estás convirtiendo en tu peor enemiga, tus propios miedos y prejuicios son el mayor obstáculo. Pero déjame decirte también que no todo está perdido, siempre hay esperanza, no son fórmulas mágicas, pero definitivamente puedes trabajar en tu autoestima y a partir de ahí transformar tu visión de la vida.
La autoestima es la manera en que nos juzgamos y evaluamos. Dicho de otra forma, la autoestima es cómo nos sentimos con nosotros mismos. Por eso te sugiero que empieces por asumir que no todo está bien, pero siempre hay cosas buenas que pueden servirte de aprendizaje.
Ponte objetivos más pequeños pero alcanzables, y asume que fallar no significa el fin del mundo. Puedes volver a intentarlo las veces que quieras.
Identifica tus fortalezas, para esto, por ejemplo, piensa en cinco logros que hayas conseguido, como terminar tu carrera mientras trabajabas, aprender a cocinar sola, aprender a redactar bien un ensayo. Si te cuesta encontrarlos es porque no estás siendo generosa contigo misma, así que imagínate que ese éxito lo hubiera conseguido un amigo, ¿qué le dirías? ¿cómo se lo reconocerías? Cuando te sientas juzgada, repasa mentalmente tu lista de fortalezas y recuerda de dónde provienen. Está demostrado científicamente que así te sentirás más segura de ti.