Peña debe acabar con la CNTE

Usted está aquí

Peña debe acabar con la CNTE

Habrá que hacer una nueva revolución para cambiar el pacto social que actualmente rige nuestra vida democrática, porque cada vez es menos sustentable con las burocracias oficiales sindicalizadas que en la actualidad devoran nuestras instituciones y que han convertido al pueblo indefenso en carne de extorsión para sus intereses sindicales.

Asimismo habrá que revisar detenidamente el derecho a huelga que es un instrumento de defensa para los obreros productivos, lícito y necesario en un sistema de capitalismo salvaje que, sin embargo, ya no esclaviza costureras y tampoco obliga a los niños a dejar los pulmones en las minas, todo lo contrario, como ahora sucede, son los sindicalizados magisteriales los que han convertido a la niñez en carne de extorsión para sus “conquistas sindicales”.

El derecho a huelga fue un logro arrancado a los patrones explotadores a sangre y fuego, fue la única arma del obrero para marcar la diferencia entre la explotación y la sana convivencia laboral, fue sin duda un logro fundamental para la democracia.

Hoy, cuando padecemos diariamente los abusos de la burocracia sindicalizada, cuando se han convertido en los amos del despotismo y el azote de los derechohabientes del IMSS y de otras dependencias oficiales, habrá que ver el modo de acotar sus abusos, su parasitismo, su nefasta reproducción.

Pero dejemos a los gremios del IMSS, de la CFE, de Pemex y centrémonos en la burocracia educativa, la que literalmente está destruyendo a generaciones de niños, aquellos donde domina la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), especie de burocracia estalinista que está desafiando a Enrique Peña Nieto, el Presidente del que mucho hemos esperado el golpe contundente que acabe de raíz con la CNTE.

Al menos se debe legislar para que el magisterio que educa a la niñez no tenga derecho a huelga, así como no lo tienen las fuerzas armadas, las policías y los empleados bancarios, aunque parezca reaccionario y aberrante sugerirlo, pero no debe tener derecho al paro quien está a cargo de la educación de los niños y niñas de México.

Sólo basta reconocer que toda huelga laboral es violencia de extorsión donde el trabajador detiene la producción y bloquea el centro laboral para arrancarle al patrón los “logros sindicales”, algo muy justo en muchos casos pero criminal en el caso de la educación infantil.

Y es que el Estado no debe seguir permitiendo que los niños se conviertan en prenda de extorsión en manos de la CNTE, porque dentro del conflicto laboral entre Gobierno y sindicato, los niños se convierten en terceros impotentes, en rehenes de chantaje.

¿Vale más el derecho a huelga de unos encapuchados que los derechos de los niños? ¿A quién debe tutelar el Estado, al sindicato o a la niñez mexicana? ¿Es reaccionario quitarles el derecho a huelga? La CNTE es más reaccionaria al pretender privatizar para su sindicato la educación. No se equivoque, la CNTE es el ejemplo clásico en el que lo revolucionario y lo reaccionario se han vuelto equivalentes. Señor Presidente, tome la decisión ahora que visitará Coahuila, acabe usted con la CNTE, todo México le aplaudirá.