El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que ninguna de las 500 pipas que comprará el gobierno federal, para atender la demanda de combustible en el país, se asignarán al sindicato petrolero y serán operadas por la dirección de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Explicó que, en un plan "B", estarán a cargo del Ejército.

Afirmó que se investigará a todos los responsables del huachicoleo y corrupciones, pero sin hacer "show, escándalo o sensacionalismo".

Destacó que pese al problema de desabasto de gasolina, derivado de la estrategia para combatir el robo de combustible, se incrementaron las ventas de Pemex.