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¿Pegarle a mi hijo tiene consecuencias futuras?
Un nuevo estudio revela que pegarle a un hijo puede tener un impacto más duradero que unas pocas lágrimas.
El estudio, un esfuerzo conjunto de la Universidad de Texas en Austin y la Universidad de Michigan, concluyó que los niños golpeados son más propensos a desarrollar conductas agresivas y autodestructivas en etapas posteriores de la vida, según Today.
Los investigadores analizaron cientos de estudios sobre el tema con 160.000 niños en las últimas cinco décadas. Se concentraron en el impacto de los golpes a mano abierta, definidos como “golpear a un niño en las nalgas o las extremidades con la mano abierta”.
Ellos concluyeron que no sólo pegar no resulta efectivo a largo plazo, sino también que contribuye a generar un montón de problemas, entre ellos conductas antisociales, baja autoestima y problemas duraderos de salud mental.
“Descubrimos que los golpes estaban asociados a resultados perjudiciales involuntarios y no a una mayor obediencia inmediata o a largo plazo, que es lo que buscan los padres cuando disciplinan a sus hijos”, declaró la autora del estudio, Elizabeth Gershoff, en un comunicado.
Cuanto más se le pegaba a un niño en su infancia, más probable era que exhibiera esos “resultados perjudiciales” en la adultez, según los investigadores. Además, más propenso se volvía a pegarles a sus propios hijos, y así perpetuaba el ciclo.
“Como sociedad, pensamos en pegar y en el maltrato físico como dos conductas diferentes”, dijo Gershoff. “Sin embargo, nuestras investigaciones muestran que pegar está asociado a los mismo resultados negativos en la infancia que el maltrato, sólo que a un nivel un poco inferior”.
Una investigación reciente de ABC reveló que el 65% de los adultos estadounidenses aprueban pegar. Pero es una actitud que necesita cambiar, de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del país.
Recientemente, los Centros publicaron un documento para prevenir el maltrato infantil —incluyendo los golpes— con campañas de educación y concientización pública.
“El maltrato y el trato negligente de menores también puede afectar temas de salud más amplios, la salud psíquica, el desarrollo social y las conductas riesgosas en la adolescencia y la adultez”, según el informe.
Gershoff sostuvo que las conclusiones de su estudio apoyan el informe.
“Esperamos que nuestro estudio pueda ayudar a los padres sobre los peligros potenciales de pegar y los lleve a probar formas positivas y no punitivas de disciplina”, afirmó la investigadora.