Ni el frío ni el cambio de horario fue obstáculo para que “calabazas”, “brujas”, “momias” y hasta “diablitos”, salieran a las calles de Saltillo para gritar “dulce o travesura”, tradición que, aunque pertenece a la cultura estadounidense, fue adoptada desde años por los mexicanos. Algunas madres de familia dicen que “pedir Halloween, ya no es como antes”.

En la calle Allende desde temprana hora fue posible observar niños de distintas edades portando los disfraces que ya de manera “tradicional” las tiendas departamentales y negocios locales ofrecen para esta temporada; otros decidieron seguir tendencias disfrazándose de  personajes de la películas como “IT”. De igual manera no faltaron aquellos pequeños cuyas madres utilizaron su imaginación sin necesidad de comprar un disfraz.

Desde colonias lejanas…
Ante la mínima repuesta que algunos niños tienen en su propia colonia durante esta fecha, sus padres optaron por trasladarse desde sus domicilios hasta puntos sectores en donde el abasto de dulces sea mayor. 

“Nosotros somos de la Nazario Ortiz pero como allá ya son pocas las casas en donde dan dulces a los niños, mejor nos vinimos desde temprano al centro y luego bajamos hasta avenida Universidad y nos pasamos a la Republica Poniente, pero ahorita estamos batallando porque no nos dan nada, pedir Halloween ya no es como antes”, compartió Guadalupe, quien aseguró que es en dichos sectores en donde más dulces dan.

Caso similar fue el de una familia que viajó desde la colonia Roma hacía la República Poniente ante la misma situación. “Ahorita acabamos de empezar a pedir pero realmente hemos juntado poco, y tenemos que venirnos hasta acá para que por nuestra calle ya no dan y pues lo niños quieren pedir Halloween”, comentó otra madre de familia que acudió a la zona junto con su esposo, hijos, mamá y abuela 

Otro de los aspectos que se logró apreciar fue la escasa presencia de casas adornadas con artículos alusivos al 31 de octubre en diversas colonias de Saltillo, aspecto que según mencionaban, también es crucial a la hora de pedir Halloween, “si la casa no está decorada, ni nos acercamos”, dice.