Payasos de Saltillo celebran hoy su día

Usted está aquí

Payasos de Saltillo celebran hoy su día

Dominio. “Luna” es experta en el manejo de los aros. JESÚS PEÑA
‘Chapa’ y ‘Luna’, llegados de Guanajuato, arrancan carcajadas en los cruceros de la ciudad

Hoy que es Día del Payaso, “Chapa” dijo que haría una locura que solo hace una vez al año: levantarse a las 05:00 de la mañana, ¿con este frio?, a maquillarse y luego se echaría a las calles para contagiar gente, pero de risa.

“Luna”, nomás de oírlo se carcajeó con una carcajada estentórea.

Y dijo que a veces “Chapa”, hasta se acuesta pintado; ella también.

Por lo pronto desde ayer por la tarde se pusieron a darle duro con sus aros y sus clavas en el semáforo de Eulalio Gutiérrez y Valdés Sánchez, el tráfago a millón.

Pero ellos ya están acostumbrados, son payasos urbanos, y no les asusta el ruido de los motores, tampoco los claxonazos, el huno ni la gente, que a veces es pasadita de lanza.

¿Qué cómo van a festejar el Día del Payaso?, como siempre, trabajando.

“Luna”, desde hace ocho años que aprendió, de unos amigos, el arte de dominar los aros, allá en su León, Guanajuato.

Malabares. “Chapa” realiza actos de malabarismo.

Entonces “Luna”, era una cría de 16 años.

Jamás se le ocurrió, dice, que este oficio tan divertido sería toda su vida.

“Chapa”, desde que era un mozuelo de 20 años que a su hermana mayor le dio por la payaseada, se vestía de payasita y daba shows y al “Chapa”, le gustó”, y se hizo payaso como su hermana en su natal Monterrey.

Toda su vida es hacer reír a la gente, dice.

Hace ya tiempo que “Chapa” y “Luna“ se conocieron, en la calle, en un semáforo de tantos, como éste de Valdés Sánchez y Eulalio Gutiérrez. 

“Luna”, estaba de viaje, trabajando con sus aros, y se encontró con “Chapa”.

Compartieron trucos y todo, ¿no?

Después se lanzaron a la conquista del defe y ahí comenzó su travesía.

Ya luego se pusieron de novios, de pareja, y se fueron a recorrer toda la República con su espectáculo de aros y clavas.

“Luna”, también sabe monociclo.

Y a la gente le gustaba verlos en los cruceros ejecutando sus malabares.

Por todo el país han ido y hasta traspasado fronteras.

“Luna” y “Chapa” ya conocen Guatemala y Guatemala los conoce a ellos.

Sucedió una vez que fueron a una convención de circos o algo así y aprovecharon para dar la vuelta, conocer la ciudad, su gente, su cultura y tomar las calles para mostrar lo que ellos bien saben hacer.

Por estos días llegaron a Saltillo, porque a Saltillo vienen una vez al año desde hace cuatro, la gente los trata bien, se divierten con su espectáculo callejeo y les da una monedita.

Y así se la viven: de crucero en crucero, a mañana y tarde.

CON SU VAN A LA MANO

Recién “Chapa” y “Luna” compraron en Saltillo una Van, la Van de “Chapa” y “Luna” es azul y en ella se mueven para todos lados, se comen el mundo a carcajadas.

Ellos, y dos cachorras la “Pacha” y la “Chalis”, dos criollitas que alguien les regaló o ellos rescataron de la calle, algo así.

Cuando “Luna” y “Chapa”, terminan, que ya se cansaron, que ya les da hambre levantan sus cosas y se van.

Algunas veces se quedan en su casa-Van, cuando en los pueblos los agarra la noche, y otras alquilan un cuartito para solo dormir y bañarse.

Y esa es la vida de “Luna” y “Chapa”, los payasos trashumantes a quienes ni el COVID–19 para.