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Pausa y enfoque para lo que viene
Pocas cosas tan bellas y necesarias como tomarse una tarde para disfrutar.
Así es, en pandemia, en donde todos los ritmos cambiaron, se ha vuelto más que necesario parar y reconsiderar la nueva rutina que tuvimos que crear para sobrellevar el encierro.
Recuerdo las ventajas iniciales: “sin escuelas, sin prisas, sin traslados, sin estrés...” Todo prometía equilibro, mejor manejo del tiempo y bienestar familiar sin embargo ahora sabemos que no ha sido así.
Dentro de nuestro nuevo estilo de vida “covideano” estamos encontrando altos índices de ansiedad y depresión (peores que cuando vivíamos a prisa).
Esta ansiedad combinada con la disponibilidad de muchos para el “home office” nos ha llenado de juntas y actividades que no siempre agregan valor pero que si contribuyen a sentirnos agotados más y más
Sostener este ritmo de vida, el cual va a extenderse requiere volver a recuperar de alguna manera el propósito de vida personal y conectar con lo esencial de cada uno de nosotros.
Este domingo comparto algunas líneas de trabajo con familias, fundamentales para bajar los niveles de ansiedad y lograr ordenar nuestra energía, solos o en familia:
-Agendar tiempo libre y diseñar espacios sencillos para recargar pilas.
-Fomentar en todos la desconexión consiente. Por favor modo avión más seguido y por más tiempo empezando por ti.
-Ubicar qué conversaciones pendientes nos tienen abrumados, escribirlas para ordenarlas y decidirnos a expresarlas. ¡Con esto siempre descansa el alma!
-Al despertar por las mañanas, antes de tomar el celular, abrazar a las personas con las que vivimos, meditar o tomar un té. (Nunca el teléfono primero).
-Alargar la sobremesa con temas que inspiren y llenen de ilusión a la familia. Planes a futuro, recuerdos afortunados, fotografías de grandes experiencias, etc.
-Aprender a disfrutar las pausas en donde no hacemos ni pensamos en nada orientado a un resultado.
-Recordar que las preocupaciones económicas y de salud no desaparecen cuando el nivel de ansiedad crece, de hecho es al contrario.
Requerimos salud emocional para ser creativos y resolver con energía a los retos que nos presentará el resto del año.
Para cerrar, les comparto que tuve la fortuna de escuchar un concierto de “Arpa” dentro de la Reunión Nacional de Profesores del Tec de Monterrey y ha sido una de las experiencias más reconstructivas y de paz que he tenido en esta pandemia. ¡Se los recomiendo! Abrámonos a experiencias y recomendaciones de otros para encontrar nuestro centro emocional y desde ahí seguir construyendo una persona capaz de darse cuenta del momento que vive y tomar mejores decisiones.
@tobaelvira
Directora de la División de Educación Continua del
Tecnológico de Monterrey en León.
Elvira Toba Mery
Liderazgo Familiar