Patxi López, un vasco de paz al frente del Congreso español

Usted está aquí

Patxi López, un vasco de paz al frente del Congreso español

El jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy (d), felicita al socialista Patxi López tras haber sido proclamado nuevo presidente del Congreso de los Diputados. Foto EFE
López es el primero en el cargo que no pertenece al partido mayoritario.

Patxi López es un hombre de consenso y diálogo. El "lehendakari de la paz" lo llaman en su partido en el País Vasco porque gobernaba él en la región del norte de España cuando ETA anunció el final de décadas de terrorismo.

"España es un proyecto común", dijo hoy. "La esencia misma de la sociedad española es la pluralidad, el debate, la crítica y también el acuerdo". A sus 56 años, el socialista asumió la presidencia del Congreso de los Diputados.

Hijo y nieto de obreros, ocupa ya el puesto más alto al que ha llegado un vasco en la política nacional española: tercera autoridad del Estado, tras el rey y el jefe del gobierno.

López, además, es el primero en el cargo que no pertenece al partido mayoritario. Pero ya rompió moldes antes: en 2009 acabó con la regla no escrita que fijaba que para que encabezar el gobierno regional en Vitoria había que ser nacionalista vasco.

Lo permitió el pacto que forjó con el Partido Popular (PP). Puso fin a 30 años de hegemonía del Partido Nacionalista Vasco (PNV) e inauguró una nueva era política. La región dejó de ser noticia por sus enfrentamientos con el Estado español.

Cuando se rompió el acuerdo entre socialistas y PP, en 2012, ETA hacía ya un año que había decretado el cese definitivo de la violencia.

En las elecciones regionales de ese año, los socialistas vascos se hundieron, arrastrados en parte por el efecto Zapatero, que había dejado al Partido Socialista (PSOE) un año atrás en la peor crisis de su historia.

En 2014, un día después de que el entonces líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunciara su retirada tras la debacle en los comicios europeos -una más-, López hizo lo mismo al frente del partido en el País Vasco. Hasta entonces, entre 1991 y 2014, había sido diputado en el Parlamento regional.

Su nombre se mencionó para el liderazgo nacional de los socialistas, pero él se descartó de la carrera, en la que finalmente, hace algo más de año y medio, se impuso Sánchez.

El vasco, que estudió algo tan alejado de la política como ingeniería industrial, nació el 4 de octubre de 1959 en la localidad vizcaína de Portugalete, en las inmediaciones de Bilbao, en el seno de una familia socialista y obrera. Su padre fue un histórico militante del partido y líder sindical. Siendo muy joven, por su casa vio pasar entre otros al mítico Felipe González.

Su entrada en política se produjo tan pronto que no llegó a acabar la carrera universitaria: en 1975 era ya miembro de las Juventudes Socialistas y en 1977, del PSE.

Cercano y constante, dicen de él personas cercanas. Intelingente y negociador hábil, lo describen.

Orgulloso de su origen, es socio del Athletic de Bilbao, que más que un equipo de fútbol es una religión en esa ciudad. Aficionado a la fotografía y a la música, es fan de Peter Gabriel y Bruce Springsteen. Está casado con Begoña Gil, miembro de la ejecutiva de los socialistas vascos y concejal durante muchos años en Bilbao.

Ahora se pone al frente del Congreso de los Diputados más fragmentado en casi cuatro décadas de democracia. Propios y ajenos reconocen que su talante y facilidad para el diálogo son un buen punto de partida.

"Tiene buenas características para ser un presidente en esta legislatura", dijo hoy de él su antecesor, Jesús Posada, del PP.