Patricia Vázquez Ulloa, una gigante de la educación en Saltillo

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Patricia Vázquez Ulloa, una gigante de la educación en Saltillo

Hace unos días, a la comunidad que conformamos quienes alguna vez estudiamos en el Colegio Montessori de Saltillo, nos sorprendió la noticia del fallecimiento de nuestra querida Patricia Vázquez Ulloa, quien durante muchos años fue directora del plantel, pero también el motor que hizo del Montessori un espacio de formación innovador, que apuesta por educar a persona libres, creativas, responsables y felices.

Siempre he presumido que a la institución a la que yo más debo en términos de educación fue al Montessori, en ella conocí por primera vez la libertad de elegir y la democracia, porque desde primaria se fomentaba la discusión entre estudiantes y la toma de decisiones en conjunto, apelando a la responsabilidad y a los límites.

Gracias a Paty, el Montessori se convirtió es un espacio multicultural y diverso, que en todo momento fomentó la inclusión de toda persona; no en balde por muchos años un número considerable de familias extranjeras que llegaban a Saltillo a residir, inscribieron a sus hijos en la institución, por la facilidad de adaptación, algo similar pasaba con quienes tenían alguna discapacidad y sabían que lo óptimo para su hijo no era una escuela especial, sino convivir con otros niños de su edad en un espacio de igualdad y respeto.

Paty fue una gran líder, no sólo por su capacidad de organizar la institución, sino también por el lado humano que siempre supo imprimir a su gestión. Nunca fue una directora distante, por el contrario, conocía a todos los alumnos por sus nombres, charlaba con ellos, se preocupaba por sus vidas y siempre buscaba resolver problemas o consolar a quien estaba pasando por un mal momento.

Su esfuerzo y dedicación fueron centrales para el crecimiento del Montessori, que como institución dio muchos frutos que hoy se materializan no sólo en profesionistas de éxito, sino también en buenos ciudadanos comprometidos con la generación de cambios en la sociedad.

En estos días he sido testigo de muchas muestras públicas de cariño y agradecimiento hacia Paty, desde mensajes en redes sociales, ofrendas florales en el homenaje que se hizo en las instalaciones del Colegio Montessori, en las misas que se han organizado en su memoria, lo cual refrenda el respeto y amor que logró inculcar en muchas generaciones de estudiantes y padres de familia.

Le toca al Montessori ahora continuar con ese legado que impulsó Paty, para seguir siendo un espacio de calidad educativa basado en la creatividad, libertad y responsabilidad, entendiendo que los niños cuando se involucran en el propio proceso de aprendizaje pueden lograr más cosas y que esta formación les sirve para toda la vida.

Recibe Paty, en este viaje que has emprendido, el más profundo agradecimiento de quienes fuimos alumnos del Montessori en todos tus años de servicio, gracias porque con tu compromiso y ejemplo de vida tocaste en tu paso por este mundo muchas de nuestras vidas. Hasta siempre.

victorsanval@gmail.com

@victorsanval